Es el enésimo enfrentamiento entre Israel y el Vaticano. Las relaciones nunca han estado tan tensas y difíciles. Las palabras del cardenal Pietro Parolin sobre la guerra en Gaza pronunciadas ayer ("Todos estamos indignados por lo que está sucediendo, por esta carnicería") han provocado la reacción del embajador israelí ante la Santa Sede, Raphael Schultz, que califica esa declaración simplemente como "deplorable. Juzgar la legitimidad de una guerra sin tener en cuenta todas las circunstancias y datos relevantes lleva inevitablemente a conclusiones erróneas". En una nota oficial se señala que no puede ser suficiente condenar la masacre genocida del 7 de octubre - como lo hizo el secretario de Estado vaticano ayer - y luego "apuntar el dedo contra Israel refiriéndose a su derecho a existir y a la autodefensa como un simple acto debido y no considerar el panorama general".
El embajador recordó que Gaza ha sido transformada por Hamas en la "mayor base terrorista jamás vista. No hay casi ninguna infraestructura civil que no haya sido utilizada por Hamas para sus planes criminales, incluyendo hospitales, escuelas, lugares de culto". Además, añade el diplomático, gran parte de la población civil ha "apoyado activamente a los terroristas. Los civiles también han participado activamente en la invasión no provocada del 7 de octubre en territorio israelí, matando, violando y tomando civiles como rehenes. Estos actos son considerados crímenes de guerra en marcado contraste con las operaciones del ejército israelí que se llevan a cabo en pleno respeto del derecho internacional".
Según los datos disponibles, informa Israel, por cada militante de Hamas muerto han perdido la vida tres civiles. "Todas las víctimas civiles son lamentables, pero en las guerras y operaciones pasadas de las fuerzas de la OTAN o de las fuerzas occidentales en Siria, Irak o Afganistán, la proporción era de 9 o 10 civiles por cada terrorista. Por lo tanto, el porcentaje del IDF en el intento de evitar la muerte de civiles es aproximadamente 3 veces superior, a pesar de que el campo de batalla en Gaza es mucho más complicado".
Luego llegó un nuevo golpe al Vaticano: "Cualquier observador objetivo no puede dejar de llegar a la conclusión de que la responsabilidad de la muerte y la destrucción en Gaza es de Hamas y solo de Hamas. Esto se olvida con demasiada frecuencia y demasiado fácilmente".
En defensa de las posiciones del Vaticano y de la línea del Papa, se ha hecho oír la voz de Vatican News. "Para la Santa Sede, la elección siempre es por las víctimas. Nadie puede definir lo que está sucediendo en la Franja como un daño colateral de la lucha contra el terrorismo. El derecho a la defensa, el derecho de Israel a llevar a la justicia a los responsables de la masacre de octubre, no puede justificar esta carnicería".
En el Ángelus del pasado 17 de diciembre, después de la muerte de dos mujeres cristianas refugiadas en la parroquia de Gaza, el Papa Francisco dijo: "Los civiles desarmados son objeto de bombardeos y disparos... Alguien dice: Es terrorismo, es guerra. Sí, es guerra, es terrorismo. Por eso la Escritura afirma que Dios pone fin a las guerras, rompe los arcos y quiebra las lanzas. Al inicio de la Cuaresma, mientras continúa el macabro recuento de las víctimas inocentes, este llamado se hace aún más insistente, para invocar que cesen las armas antes de que sea demasiado tarde para nuestro mundo al borde del abismo".
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