Recordando a Bud Spencer: una entrevista con su hijo Giuseppe Pedersoli

Recordando a Bud Spencer: una entrevista con su hijo Giuseppe Pedersoli
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sábado 6 enero 2024, 12:06

Desde el cine hasta las dietas, pasando por la relación con Terence Hill, Giuseppe Pedersoli, hijo de Bud Spencer, recordó a su padre en una larga entrevista, revelando anécdotas y repasando los momentos más importantes de una larga carrera entre cine, deporte y música.

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La entrevista 

Actor, director, deportista, músico e incluso piloto. Bud Spencer era todo eso y mucho más. Su hijo Giuseppe Pedersoli, guionista y productor de cine y televisión, lo cuenta en una entrevista con el «Corriere della Sera». Desde la relación padre-hijo hasta la carrera entre deportes y cine, el de 62 años ha repasado la vida del gran actor, centrando la atención en los momentos más importantes y en anécdotas divertidas. Muchos de los cuales, lejos de casa: «Desde el '67 en adelante hizo tres o cuatro películas al año, durante diez, once meses estaba fuera. Casi nunca lo veíamos. Cuando volvía, nos llenaba de regalos. Trenes eléctricos y aviones, que le gustaban a él. Rara vez íbamos al set, ni siquiera a Campo Imperatore, en Abruzzo, donde filmaban la Trinidad. Su éxito y el de Terence fue inmediato y explosivo, no estaban preparados. Los secuestros entonces eran el pan de cada día, tenía miedo por nosotros. A los 15 me llevó a Hong Kong, recuerdo el avión aterrizando en picado entre los rascacielos. Para el 18 cumpleaños de mi hermana Cristiana organizó una fiesta en el desierto, junto a las Pirámides, era así. Hablaba poco del trabajo de actor, con distancia, como si cada película pudiera ser la última, llegó a 100. Estaba mucho más emocionado por los logros deportivos, por la aventura en las Olimpiadas, quizás el momento más feliz de su vida».

Luego está la relación con Terence Hill, con quien no sabía cómo llevarse: «Papá lo llamaba Mario, el único que podía hacerlo, él Carlo. Fuera del set eran dos grandes tímidos que no sabían bien cómo llevarse. Terence es bueno y amable, pero muy introvertido. Y luego, cuando no trabajaba, vivía en los Estados Unidos. Habrán salido a cenar juntos tres veces en su vida. De vez en cuando venía a nuestra casa para la espaguetada de mamá. En la escena, sin embargo, se transformaban, entre ellos había una emoción real, se creaba una armonía perfecta».

Además de Terence Hill, había otra cosa con la que Bud Spencer no podía llevarse: las dietas. «Siempre comenzaba con una carga de espaguetis, aceite y tomates. Una vez los condimentó con cereales. Su caravana estaba llena, cocinaba la costurera Ida. Si le hacías dos kg de pasta, podía comerlos todos. Fue a Messegué, en Suiza. Le presentaron una bandeja con dos peras cocidas. Entonces saltó por la ventana del primer piso y escapó a la rosticería. La segunda vez le hicieron pagar diez días por adelantado, resistió dos. La famosa noche de Italia-Alemania 4 a 3, con el productor Italo Zingarelli, también de 180 kilos, se comieron 60 albóndigas y no sé cuántos filetes de bacalao», concluyó el hijo Giuseppe Pedersoli.

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