El miércoles 13 de marzo falleció en Roma a la edad de 69 años Luciano De Luca, la voz del metro B. Este hombre siempre había sido apasionado por la tecnología, tanto que entró en Acotral como perito electrónico. Gracias a su voz, vista por todos como “cálida y reconfortante”, se convirtió en el símbolo de la línea azul.
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Quién era
Luciano De Luca nació en Roma bajo el signo de acuario, el 8 de febrero de 1954. El hombre vivía en el barrio prenestino Labicano. Se había graduado en el instituto técnico industrial con especialización en informática Giorgi de Roma y había comenzado su carrera como profesor de electrónica en algunos institutos técnicos romanos.
La carrera
En 1979 entró en el departamento Ismv (Instalaciones especiales y mecanismos varios), la rama que gestionaba las instalaciones de billetaje: se ocupaba, en resumen, de reparar las máquinas canceladoras averiadas. De Luca ganó el concurso como perito electrónico convocado por la empresa Acotral, que luego se convirtió en Cotral de la que deriva Met.Ro, finalmente fusionada con Atac. Justo al entrar en la empresa, colaboró en la apertura del metro A de Roma, el 16 de febrero de 1980.
La voz del metro B
Los anuncios que se escuchan en las estaciones son grabados, y el del metro B fue grabado dentro de las oficinas de De Luca. Su hijo Alessio recordó a Romatoday cómo se había realizado todo esto: “Mi padre grabó los primeros mensajes de audio de prueba para testear y mostrar su funcionamiento a sus superiores. El sistema funcionaba y le pidieron que lo implementara para todas las paradas del entonces metro B. Los tests fueron grabados “en un estudio de grabación improvisado en mi habitación con un micrófono de pocos euros. Esos mensajes estaban concebidos como una prueba, sin embargo, fueron elegidos por la dirección de la empresa como la voz oficial del metro B. Para todos sus proyectos, su consultor de confianza siempre fui yo, que heredé de él la pasión por la informática desde que “jugábamos” juntos programando el Commodore 64 que me regaló y, antes de eso, su Texas Instrument TI/99-4°”.
La placa en su honor
El hijo contó un episodio bastante particular que concernía al metro B1, abierto en 2012: “Mientras tanto, en casa nos habíamos equipado con equipo más profesional, como un micrófono de condensador y tarjeta de sonido, que decidimos utilizar para las nuevas grabaciones. Su rendimiento en los altavoces especiales instalados en los andenes no gustó y se volvió a utilizar el viejo micrófono de PC de pocos euros de los años '90”. Cuando se jubiló, en marzo de 2019, sus colegas quisieron homenajearlo con una placa: “The Voice of Subway”.
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