Jannik Sinner está trabajando de cara a Madrid, pero sobre todo para llegar preparado a los Internacionales de Roma, un trampolín para el Roland-Garros. El tenista de Alto Adigio habló de sí mismo y se descubrió que podría tener un defecto: «No lavo los platos cuando termino de comer, los dejo ahí y me ocupo dos días después».
El azul se ha descrito a sí mismo, entrando más en los aspectos de la vida fuera de la cancha: «Sobre mí, quizás, se ha exagerado un poco. Para mí, hacer cosas normales: ves a alguien que no está bien, lo ayudas; te encuentras con un niño, hay una pelota, juegas un poco. Ni siquiera lo pienso. Es mi manera de vivir. En la cancha soy serio, hago mis rituales, pero después del partido me gusta bromear. Soy así, siempre he sido así. La diferencia es que ahora tengo más cámaras encima, más atención. Y todo se amplifica. Pero no exageremos, venga...
Su defecto en el juego
«Yo también me enfado, como es natural. En la vida hay que entender los momentos, hay un momento para bromear y uno para enfadarse. ¿Defecto en el tenis? A veces tengo demasiada prisa, quiero aprender todo de inmediato. He comprendido que cuando tengo prisa pierdo claridad y esto en lugar de ayudarme, me perjudica».
La temporada en tierra batida
Temporada en tierra batida: «Ahora cambia todo: me espera un período complejo, pero también interesante. No es la superficie en la que me siento más cómodo». Luego agrega: «En Indian Wells invité a mi mejor amigo: vio que, gane o pierda, sigo siendo el chico que conoció en la escuela».
Sinner y las Olimpiadas
«Mi madre sigue sin ver los partidos porque se pone nerviosa, y si la llamo a menudo no responde porque está ocupada. Ganar tiene un peso, pero lo más importante son los afectos. Luego sobre las Olimpiadas de París: «La bandera debe llevarla quien vive por los Juegos y basa su carrera en las Olimpiadas. Luego si quieren dármela estoy feliz pero como tenista tengo los cuatro Grand Slams, los nueve Masters 1000, la Copa Davis... Para mí, la Olimpiada es un torneo más. Para otros es el torneo. Leí una entrevista a Usain Bolt en la que decía: yo entreno cuatro años para correr cien metros en nueve segundos. Esto me impactó».
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