Paul Gascoigne se ha abierto en el docufilm «Gazza vs Paul» para contar el drama del alcoholismo que lo ha acompañado desde los años de su retiro hasta hoy. Últimamente, el ex Lazio se ha contado en el podcast «High Performance» donde explicó sus sentimientos de los últimos treinta años, en los que ha pasado por varios centros de rehabilitación, sin lograr nunca liberarse del demonio del alcohol. «Soy un borracho triste. La gente conoce a Paul Gascoigne, pero nadie conoce a Gazza. Ni yo mismo sé a veces quién soy realmente».
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«Lo malo no es beber, sino lo que viene después»
Solo y sin hogar, Gascoigne - que hoy tiene 56 años - ha revelado que vive en la habitación de invitados de su agente, Katie Davies, asistiendo a menudo a las reuniones de alcohólicos anónimos. «Antes, cuando estaba borracho, me sentía feliz. Hoy no lo estoy. Soy un borracho triste - así dijo Paul -. No salgo a beber, bebo en casa. Si quiero que el día sea malo, sé que debo ir al pub. Si quiero que sea un buen día, me basta con ir a pescar».
A pesar de que hoy logra tener momentos de equilibrio y lucidez, que le permiten controlar el vicio de beber, Gascoigne no parece hacerse ilusiones. «El verdadero problema no es beber, sino lo que viene después. Cuando luego miro mi teléfono y encuentro 30 mensajes o llamadas perdidas, sé que estoy en problemas. El año pasado no fue fantástico, fue intermitente durante un par de meses. Pero nunca me he rendido, y nunca lo haré: el momento en que me rinda, será cuando esté en un ataúd»
«La gente conoce a Paul Gascoigne pero nadie conoce a Gazza - explicó el ex Lazio -. Ni yo mismo sé a veces quién soy realmente. Mis problemas con el alcohol comenzaron después de retirarme. No creo haber decepcionado a ningún entrenador, ni a jugadores o aficionados. Más bien me he decepcionado a mí mismo».
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