Canadá continúa siendo sacudido por los escándalos sexuales en la Iglesia. Esta mañana se ha presentado en el Tribunal de Justicia una lista completa y actualizada de presuntos agresores, entre los que se incluye el nombre del cardenal Gerald Cyprien Lacroix, es decir, el más alto representante eclesiástico del país y destacado miembro del Vaticano, siendo parte del C9, una especie de Consejo de la Corona que asiste al Papa en las reformas. Los hechos de los que se le acusa habrían ocurrido entre 1987 y 1988 en Quebec. La presunta víctima tenía 17 años en el momento de estos actos inapropiados, sin embargo, no se ha divulgado ningún otro detalle y la identidad de la presunta víctima permanece súper protegida. La noticia ha rebotado rápidamente en la prensa canadiense y está dando la vuelta al mundo.
Lacroix, 66 años, fue hecho cardenal por el Papa Francisco en 2014 y fue él quien lo recibió hace tres años en su viaje a Canadá. Además de su cargo episcopal y su papel como primado de la Iglesia católica en Canadá, ejerce numerosas responsabilidades dentro de cuatro dicasterios en el Vaticano, además de ser miembro del C9.
Los abogados que representan a las víctimas en esta acción colectiva, una especie de demanda colectiva contra el clero, también han interpelado al Seminario de Quebec, la 'Oeuvre du Grand Séminaire', el 'Collège François-de-Laval' y la 'Assurance mutuelle des Fabriques du Québec', es decir, las principales instituciones católicas que ahora aparecen en la lista de acusados.
El Seminario de Quebec es una comunidad de sacerdotes fundada en 1663 por el obispo François de Laval. Se encarga de la formación del clero, la enseñanza y la educación, y apoya las obras de la diócesis. Al menos siete personas afirman haber sido agredidas por sacerdotes del Seminario en lugares de su propiedad o bajo su control en el momento de los hechos.
A lo largo de los años, las presuntas víctimas han denunciado a casi 90 religiosos. El caso que ha causado más conmoción estalló en agosto de 2022 y tenía como protagonista al cardenal Marc Ouellet, señalado como papable en el cónclave de 2013. Las acusaciones contra él se referían a una violencia por parte de una pasante que trabajaba para la diócesis en 2008. Ouellet siempre ha negado los hechos. «Habiendo tomado conocimiento de las falsas acusaciones en mi contra por parte de la demandante, niego firmemente haber cometido actos inapropiados con su persona», especificó Ouellet en una declaración publicada en el sitio del Vaticano.
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