Un cara a cara para hablar de temas que son los desafíos de nuestro tiempo. Sergio Mattarella ha recibido en el Quirinale a Bill Gates, el copresidente y fundador de la Fundación Bill&Melinda Gates, en Italia para una serie de encuentros institucionales de alto nivel. Acompañado por la vice directora Europa de la Fundación, Beatrice Nere, y la representante de la Fundación Breakthrough Energy, Julia Renaud, el magnate americano ha discutido sobre temas en los que varias veces el presidente de la República se ha detenido en sus discursos públicos. En particular, la conversación se centró en la situación que vive el continente africano. Tanto desde el punto de vista de la salud, como en relación a los diversos impactos que la tecnología puede tener en el desarrollo. En este contexto, subraya que «no debemos disminuir el compromiso financiero a pesar de las crisis internacionales».
El enfoque en la Inteligencia Artificial
Por lo que se desprende, el tema de la Inteligencia Artificial (en la que Gates ha invertido más de 10 mil millones de dólares para el desarrollo de OpenAi) se abordó solo marginalmente, pero considerando sus posibilidades así como los riesgos. En su discurso de fin de año, Mattarella definió la IA como un «progreso imparable, destinado a modificar profundamente nuestras costumbres profesionales, sociales, relacionales». Un paso que «será recordado como el gran salto histórico del comienzo del tercer milenio», por eso - advirtió - «debemos hacer que la revolución que estamos viviendo siga siendo humana, es decir, inscrita en esa tradición de civilización que ve, en la persona y su dignidad, el pilar irrenunciable».
De inteligencia artificial, Mattarella, también habló unos días antes, durante la ceremonia de intercambio de felicitaciones con las altas autoridades. En esa ocasión subrayó que «la gestión de las tecnologías más avanzadas es, de hecho, patrimonio exclusivo de unas pocas grandes multinacionales» y por lo tanto hay «la necesidad de reglas - no obstáculos sino reglas para garantizar a los ciudadanos - para evitar que unos pocos grupos puedan condicionar la vida de cada uno de nosotros y la democracia». Por lo tanto «el fenómeno debe ser regulado, necesariamente y con urgencia, en interés de las personas, de los ciudadanos, pero sabemos que esta necesidad fundamental encuentra dificultades debido al tamaño y al poder de condicionamiento de los operadores del sector. Su presunción de convertirse en protagonistas que dictan las reglas, en lugar de ser destinatarios de la regulación, ya se ha manifestado en varias ocasiones».
Los encuentros con Meloni y Tajani
En su estancia italiana, Bill Gates, que cenó en "Pierluigi" en el centro después de haber conocido a la premier, Giorgia Meloni, y al presidente de la República, también se encontró con el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, con quien discutió sobre el desarrollo en África, seguridad alimentaria, salud global, transición energética e innovación. «La Presidencia italiana del G7 pondrá el tema del desarrollo en la cima de la agenda de las grandes democracias liberales - dice el responsable de la Farnesina -. Asignamos un papel central a la promoción del desarrollo en África, seguros de que la estabilización de la región no puede prescindir de su prosperidad» y que «el crecimiento económico del continente africano también tendrá efectos positivos en las exportaciones italianas, extraordinario motor de crecimiento para nuestro país».
Durante la reunión, el vicepresidente del Consejo y el filántropo y empresario estadounidense también discutieron sobre la necesidad de un enfoque pragmático en la lucha contra el cambio climático, la importancia de nuevas inversiones internacionales en el campo de la salud y los efectos positivos en el crecimiento de la innovación tecnológica, en particular de la inteligencia artificial. «Queremos fortalecer la colaboración con la Fundación Bill y Melinda Gates - agrega Tajani -, ya activa desde hace años, en particular en la Alianza del Sahel, plataforma internacional de colaboración reforzada entre los donantes activos en la región saheliana».
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