Papa Francisco (finalmente) ha sancionado y reducido al estado laical al obispo belga Roger Vangheluwe, de 87 años, culpable de abusos sexuales a menores. Un caso horrible que se arrastraba desde hace más de diez años, cuando salieron a la luz los crímenes cometidos contra su sobrino cuando era pequeño. En Bélgica, el caso era bien conocido, levantado en varias ocasiones por asociaciones de víctimas de la pedofilia, por algunos sacerdotes e incluso por el mundo político que pedía cuentas al Vaticano sobre por qué era tan difícil hacer justicia. Recientemente intervino también el primer ministro belga, Alexander De Croo. Primero lo hizo durante una larga reunión - el pasado enero - con el nuncio apostólico, monseñor Franco Coppola y luego haciendo públicos los temas planteados durante esa conversación. El nuncio fue recibido para organizar el próximo viaje papal a Lovaina con motivo de los 600 años de la universidad católica belga. En una publicación en X, el primer ministro denunció el escandaloso retraso. «He instado una vez más al Vaticano a remover el título de obispo a Roger Vangheluwe. Esto es importante para las víctimas», escribió el primer ministro.
Hoy, en una nota de la nunciatura se anuncia la medida papal y la pena impuesta al obispo emérito de Brujas, quien renunció al liderazgo de la diócesis en 2010 después de ser acusado de abusos. Él mismo admitió, en particular, el abuso de un sobrino. «Los delitos imputados a él, sin embargo, habían prescrito», informa Vatican News, añadiendo que en los últimos meses, han surgido «nuevos elementos graves» relacionados con el caso del ex prelado.
Las investigaciones
Bajo la enorme presión de la opinión pública y el revuelo causado, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe inició así la «revisión del caso». Tras la nueva investigación, el Dicasterio escuchó la defensa del prelado y presentó toda la documentación al Papa, proponiendo la dimisión del estado clerical, de acuerdo con el artículo 26 de las normas Sacramentorum sanctitatis tutela, el motu proprio de Juan Pablo II que entró en vigor en 2001 sobre los «delitos más graves» reservados a la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe, actualizado en 2010 por Benedicto XVI y por Francisco en 2021.
La notificación al interesado se hizo ayer, quien pidió poder residir en un lugar de retiro, sin «ningún contacto con el mundo exterior, con el fin de dedicarse a la oración y la penitencia». En el mismo comunicado se lee que Papa Francisco «reafirma su cercanía a las víctimas de abusos y su compromiso para que este flagelo sea erradicado de la Iglesia».
El caso
En este asunto también aparece el papel negativo del ex jefe de la Iglesia católica en Bélgica, el cardenal y gran elector de Papa Francisco, Godfried Danneels (ahora fallecido) quien intentó impedir que el sobrino abusado por Vangheluwe hiciera pública la historia. En práctica, el cardenal aconsejó a la víctima retrasar la declaración pública al menos hasta que el tío obispo que había abusado de él se retirara. El sobrino grabó esa incómoda conversación y la entregó a los periódicos de Bélgica. En la grabación, el cardenal le decía a la víctima: «Podría ser mejor esperar al próximo año, cuando se retire». Y aún más. «No sé si habrá mucho que ganar haciendo mucho ruido, ni para ti ni para él». El entonces portavoz de la diócesis, Jurgen Mettepenningen en ese momento confirmó que las transcripciones eran correctas aunque esas palabras no significaban un encubrimiento.
La justicia belga no pudo perseguir los abusos sexuales porque los delitos entretanto habían prescrito. Sin embargo, sigue siendo inexplicable la actitud del Vaticano de no proceder a la reducción al estado laicado como ya ha ocurrido en otros casos notorios, por ejemplo, el del ex cardenal estadounidense McCarrick. Mientras tanto, el Parlamento flamenco, el órgano legislativo para la región flamenca de Bélgica, en octubre pasado estableció una comisión especial de investigación sobre los abusos sexuales en la Iglesia, a raíz de una serie de documentales televisivos que también han vuelto a poner el foco en el caso Vangheluwe y en por qué el obispo sigue manteniendo el título de obispo y siendo sacerdote.
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