Bombas de papel, violencia, miedo. Al final de Inter-Juventus, 50 aficionados del Inter fueron llevados a la comisaría y dos, un joven de 22 años y otro de 24, fueron arrestados mientras que 48 fueron denunciados por resistencia y violencia a la autoridad pública y daño agravado. Los aficionados del Inter, después de medianoche, habían lanzado bombas de papel hacia los vehículos de las fuerzas del orden y los autobuses de los aficionados de la Juventus, causando daños a un vehículo de la policía.
El jefe de policía de Milán, Giuseppe Petronzi, ha emitido una prohibición de acceso a los estadios para los 50 seguidores del Inter llevados a la comisaría. El servicio de orden público había estado en funcionamiento desde la mañana para la limpieza del estadio Meazza, el relevo de los autobuses de los equipos, la vigilancia de las estaciones de tren y la barrera de la autopista de Milán Ghisolfa con motivo de la llegada de los aficionados visitantes, con la coordinación de la sala operativa de la comisaría, y la gestión del tráfico para suplir a la asamblea sindical convocada por el personal de la Policía Local. Alrededor de las 18, dieciocho aficionados de la Juventus habían sido identificados por los policías de la Digos después de lanzar un petardo bajo el autobús de un Inter Club que estaba llevando a los seguidores del Inter a San Siro. Los agentes de la Policía de Estado, durante el filtrado de los visitantes, habían encontrado a un seguidor de la Juventus de 21 años que, en posesión de una bengala, había sido denunciado y expulsado del estadio después de la emisión de una prohibición de acceso a los estadios de un año de duración en su contra. Alrededor de 60 seguidores de la Juventus, además, habían sido expulsados del estadio después de presentarse en los torniquetes sin entradas.
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