Abre la ventana al pasado, por una vez. Pero no sin antes haber explicado que normalmente mira más allá, «a través de la que da al futuro». Veronica Lario rompe un silencio que duraba desde 2009, año de la separación de Silvio Berlusconi. De hecho, hace su debut en televisión, invitada en un programa televisivo, "A cena da Maria Latella" en SkyTg24. Habla de su primera vida, la que vivió al lado del ex primer ministro. Y de la segunda, en ascenso, tratada de «velina ingrata» con «prensa y poder en contra», por lo tanto, toda por reconstruir, al mando de una startup de inteligencia artificial que se ocupa de juegos digitales. Además, la relación con sus hijos, la pasión por la equitación que se ha convertido en una especie de hipoterapia, las preocupaciones por las guerras y el futuro de los diez nietos.
Los momentos difíciles superados gracias a los hijos
No esconde la emoción al contar los últimos quince años vividos «en la montaña rusa» en la que, admite, «la esperanza de reunirme de manera equilibrada con mi familia» se alternaba con momentos en los que «la esperanza se perdía». Una cosa nunca ha faltado y Lario lo repetirá varias veces: la cercanía de sus hijos «he estado muy cerca de ellos, así como ellos de mí». El tono nunca es polémico, ni siquiera cuando la ex esposa del Caballero recuerda la batalla en el tribunal por la separación: «Hubo un fallo que me negó cualquier derecho», recuerda y «que he respetado y hoy soy una persona normal, una empresaria». Los momentos oscuros no han faltado y no lo niega: «Me pregunté si sería posible empezar de nuevo porque pensaba que para mí no había nada más. Pensé "quizás el poder ha ganado", pero al final me dije que no es imposible y lo intenté».
La nueva vida
Una nueva aventura, esa en el mundo de las startups y de la inteligencia artificial, que la une aún más a sus hijos. Con Barbara en particular que, confiesa, «es la más interesada». Cita indirectamente también a Jovanotti diciendo que "piensa muy positivo" cuando se habla del futuro de los jóvenes «un futuro - explica - en el que hay dimensiones nuevas como el metaverso». Sin embargo, el tono cambia si se habla del presente, de lo que sucede en el mundo y en particular de las guerras. «Me asustan - dice - porque nací 10 años después del final de la Segunda Guerra Mundial por lo que muchas historias de mi familia, vivida cerca de Marzabotto, siempre las he escuchado y vivido de manera dramática».
La primera dama en la sombra
El gran invitado de piedra de toda la entrevista es, obviamente, el ex jefe del gobierno. «Yo - aclara - no tengo motivo para ser chantajeable porque no tengo conmigo ningún secreto. No tengo secretos de las empresas de Berlusconi o de su vida y por lo tanto puedo decir lo que pienso independientemente de mi pasado que no tiene secretos». De la vida junto a un presidente del Consejo y de la elección de haber sido una primera dama en la sombra, Lario no tiene remordimientos. «Los personajes que han pasado en los salones de Berlusconi siempre han sido de gran nivel - cuenta - y de alguna manera siempre he sufrido su encanto, pero nunca pensé en encontrar mi propio espacio dentro de esas dinámicas. Yo estaba allí porque respetaba un papel, trataba de hacerlo lo mejor posible y para mí eso significaba dar un paso atrás». Esos pasos atrás que ha «aprendido a dar quizás gracias a la equitación», Veronica cuenta que los ha dado también frente a los ataques de «prensa y poder» especialmente «cuando la prensa está doblegada al poder»
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