Pasan los años, Vasco Rossi permanece. La vida arriesgada, llevada al escenario así como la interpreta en lo privado, no lo ha desgastado. Y los millones de fanáticos en toda Italia se preparan para el nuevo tour que es una nueva serie de entradas agotadas. Y él, a los 72 años cumplidos, no tiene intención de decepcionarlos. Sin embargo, no todos lo aman, dice. «También he sido muy odiado. Por los moralistas, por los bienpensantes - explica en una entrevista al Corriere della Sera - Me escupían en la calle. Era el drogadicto. El chivo expiatorio de los primeros Años 80. El responsable directo de la difusión de las drogas porque, según ellos, mis canciones incitaban al uso de drogas».
Vasco y la droga
Sí, la droga, una maldición con la que ha tenido que lidiar varias veces. «Podía estar tres días sin dormir, gracias a las anfetaminas. Luego entendí que las anfetaminas son peligrosas. Experimenté mi psique, entré en mi mente, hice un viaje dentro de mi conciencia. Probé casi todas las sustancias estupefacientes, excepto la heroína. Poner la heroína al mismo nivel que la marihuana es criminal, porque así los jóvenes se convencen de que son equivalentes, y si el traficante no tiene una, entonces se puede comprar la otra...», dijo.
La muerte del papá que lo cambió
El papá fue una figura fundamental para Vasco Rossi. «Regresó del campo de concentración pesando 35 kilos. Se llamaba Giovanni Carlo y era camionero. Murió de fatiga a los 56 años, mientras maniobraba entre los silos del puerto de Trieste. Fui a recogerlo y algo dentro de mí cambió. Papá era un luchador, había dicho no a los nazis. Entró en mí una fuerza que antes no tenía, y que se fusionó con la melancolía, la alegría, el amor por la música de mi madre. Y me dije: aquí no se juega más. Aquí me juego todo. Me arriesgo la vida».
La cárcel
En 1984 Vasco Rossi es arrestado en una discoteca en Bolonia por posesión de cocaína. «Cinco días de aislamiento. Días infinitos, minutos muy largos. Nunca pasaba. Trataba de dormir, me despertaba creyendo que había tenido una pesadilla; finalmente me daba cuenta de que todo era verdad. Luego otros 17 días de cárcel. Solo De André vino a visitarme, con Dori. Pannella envió un telegrama. Fue la ocasión para reiniciarme».
Vasco y el amor
Como todo poeta atormentado, Vasco Rossi debe muchas de sus obras a sus dulces mitades. «¿El primer amor? Paola, una feminista que se había propuesto destruirme, y lo logró. El culpable de diez mil años de patriarcado era yo... Después de ella, y antes de Laura, mi esposa, fue solo sexo. Todas las canciones en las que estoy enojado con las mujeres me las inspiró Paola; debería darle los derechos de autor». Albachiara, en cambio, está inspirada en Giovanna, una chica «que veía llegar a Zocca con el autobús. Años después la encontré en una discoteca y se lo dije, pero ella no me creía: “¡Lo dices a todas porque te las quieres llevar a la cama!”. Así que escribí Una canción para ti», dijo. «Laura, mi esposa, es mi gran amor: «Intenté dos veces mandarla lejos. La primera vez la encontré siete horas después, fuera del estudio de grabación; no se había movido de allí. La segunda la encontré fuera de casa, sentada sobre la maleta. Pensé que vendrían los carabineros a arrestarme de nuevo; y me la llevé de vuelta. La verdad es que la amé desde el primer momento en que la vi. Una pasión abrumadora».
Los hijos
Vasco Rossi tiene tres hijos: Lorenzo, Davide y Luca. Este último, nacido del amor con su esposa Laura. Los otros, reconocidos tardíamente con la prueba del ADN. Lorenzo (hijo de Gabri, fallecida hace pocos días) y Davide nacieron con un mes de diferencia en 1986. «Reconocí a Davide después de la prueba del ADN y pagué 5 millones al mes por su manutención. Me desahogué con el abogado Gatti, que me consoló: “Es un milagro, si supiera señor Rossi el esfuerzo que yo hice...”». La segunda prueba, la de Lorenzo, la hizo impulsado por Gabriella. «Me llamó y me dijo que el chico lo deseaba».
La muerte según Vasco
«El más allá no existe - dice seguro Vasco - Es todo aquí y ahora. Siempre he sido un materialista. Pero ahora los físicos piensan que la materia es solo un conjunto de vibraciones, y que la conciencia viene antes de la materia. Esta es la verdadera inmortalidad». Sin embargo, al final lo piensa: «Quisiera morir en el escenario», dice.
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