Un nuevo desencuentro entre la Iglesia Ortodoxa de Moscú y Roma sobre la convivencia homosexual

Un nuevo desencuentro entre la Iglesia Ortodoxa de Moscú y Roma sobre la convivencia homosexual
by Franca Giansoldati
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viernes 29 marzo 2024, 11:02 - Última actualización: 12:47

Desde el Patriarcado de Moscú otro golpe a Roma: «El documento Fiducia Supplicans equipara esencialmente la convivencia homosexual con la heterosexual fuera del matrimonio» por lo tanto «las ideas expresadas representan una desviación significativa de la enseñanza moral cristiana y requieren un análisis teológico». El juicio severo y claro ha sido formulado en un documento firmado por el Patriarca Kirill y todos los demás obispos ortodoxos. Prácticamente casi un anatema que hace que las distancias entre Moscú y Roma se amplíen aún más desde el punto de vista ecuménico. Esta vez, los ortodoxos cuestionan prácticamente todo lo que está contenido en el texto preparado por el cardenal argentino Fernández, prefecto del Dicasterio de la Fe, bajo la indicación y aprobación del Papa Francisco. Entre los puntos más críticos está «la ausencia de requisitos morales para aquellos que son bendecidos. Ausencia que está justificada por el deseo de no eclipsar el amor de Dios».

El rechazo en las semanas pasadas también llegó de los ortodoxos coptos de Tawadros II (quienes han congelado las relaciones ecuménicas), así como de varios episcopados europeos (ucranianos, bielorrusos, húngaros, holandeses) todos convencidos de que la medida va en contra de la palabra de Dios y de la tradición.

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Desde Moscú, donde la Iglesia ortodoxa siempre se ha opuesto a leyes e ideas contrarias a la familia formada por un hombre y una mujer, se destaca que los homosexuales deberían tener una vida «menos pecaminosa». «El amor de Dios por el hombre no puede ser la base para bendecir a las parejas en convivencia pecaminosa. Dios ama al hombre, pero también lo llama a la perfección: «Sean perfectos como es perfecto su Padre celestial. El amor de Dios por el hombre lo llama a alejarse del pecado que destruye su vida. Por lo tanto, la pastoral para el hombre debería combinar armoniosamente una clara indicación de la inadmisibilidad de un estilo de vida pecaminoso con el amor que lleva al arrepentimiento».

Por lo tanto, la práctica de bendecir «parejas irresueltas y del mismo sexo» es solo una respuesta a las preguntas de la opinión pública. Desde Moscú se destaca que antes de este procedimiento, la Iglesia Católica «prohibía explícitamente que las uniones del mismo sexo fueran bendecidas. Pero el nuevo documento aprobado por el Papa, cambia esta posición inequívoca: propone reconocer la posibilidad, bajo ciertas condiciones, de bendecir a las parejas en situaciones no estabilizadas y las convivencias homosexuales».

Otro punto crítico es este: «La declaración no dice nada sobre la lucha contra el pecado, sobre el rechazo de estilos de vida pecaminosos, sobre la ayuda pastoral al creyente para superar el pecado. El texto de la Declaración está redactado de tal manera que se puede deducir que un estilo de vida pecaminoso no constituye un obstáculo para la comunión con Dios. La Declaración guarda silencio por completo sobre el sacramento de la Penitencia como fuente necesaria de la gracia divina para todos aquellos que desean corregir todo lo que en su vida es inconsistente con la voluntad de Dios».

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