Que la Fórmula 1 esté llena de empresas italianas capaces de destacar por su tecnología, es algo conocido. Pirelli, Brembo, Sparco, Alpinestars, Sabelt, solo para nombrar algunos, son los nombres más conocidos. Sin embargo, al investigar un poco más, también se descubren otras realidades, menos conocidas por el gran público, pero no menos significativas. Una de estas, por ejemplo, es UFI Filters. Veronesa (con sede principal en Nogarole Rocca), fundada en 1971, es una empresa especializada en tecnologías de filtración y soluciones para la gestión térmica de los sistemas de propulsión, más que nunca fundamental con la llegada de motores eléctricos y baterías. Partiendo, como siempre ocurre, de una pequeña planta provincial, hoy es una realidad presente en 21 países, con más de 4.000 empleados y tres centros de investigación. Además de producir filtros de todo tipo (aire, aceite, combustibles, habitáculos, líquidos refrigerantes) para automóviles, camiones, vehículos comerciales y maquinaria agrícola, ya desde finales de los años '70 está presente en el motorsport y en los más altos niveles.
La historia cuenta, de hecho, que un día de esa década algunos técnicos de Ferrari se dieron cuenta, viajando por la autopista, de la existencia de esa empresa desconocida para ellos, que tal vez sería capaz de producir los filtros que necesitaban los 12 cilindros de las Rosas de Fórmula 1. Tomaron contacto y, pronto, comenzó el suministro: la primera victoria llegó en 1978, cuando Carlos Reutemann llevó al triunfo su 312 T3 en el Gran Premio de Gran Bretaña. Era el inicio de una aventura que ha llegado hasta nuestros días. Hoy, de hecho, UFI Filters es casi monopolista en Fórmula 1, ya que proporciona sus componentes a nueve de los diez equipos presentes en la parrilla de los Grandes Premios (y con el décimo está trabajando, de cara a las nuevas power units previstas para 2026).
Cuán fundamentales son estos sistemas de filtración para el correcto funcionamiento de un monoplaza es fácil de imaginar; lo que pocos conocen, en cambio, es que la presencia de los dispositivos va mucho más allá de la tradicional en los circuitos de alimentación de combustible y de aire y aceite motor. Cada monoplaza, de hecho, monta hasta quince elementos filtrantes diferentes, lo que supone para la empresa veneciana la producción anual de aproximadamente 8.000 filtros para suministrar a los equipos de Fórmula 1 durante una temporada. Cada filtro está realizado a medida según las necesidades de los equipos, con soluciones personalizadas fruto de un trabajo de co-diseño entre los técnicos de la High Tech Division de la empresa y los de la escudería. Y a menudo, durante la temporada, los ingenieros de F.1 piden al proveedor modificaciones y actualizaciones, necesarias por los pasos de desarrollo introducidos progresivamente en los monoplazas.
En resumen, en un vehículo de Fórmula 1, los dispositivos de UFI Filters, realizados también con materiales sofisticados como carbono y titanio (la búsqueda de la reducción incluso de un gramo de peso no ahorra ningún componente), se encuentran, en lo que respecta a la componente térmica de las power units (el seis cilindros de 1.6 litros), en la aspiración del aire, en el circuito de alimentación de combustible y en el de la lubricación. Se trata, obviamente, de filtros de alta tecnología, porque no deben retener solo el polvo y las virutas, sino también los contaminantes que se pueden formar en las gasolinas especiales utilizadas por la F.1, homologadas y verificadas por la Fia en cada Gran Premio. También el circuito del aceite requiere una protección adecuada, tanto que impone la presencia de elementos filtrantes secundarios y de varios "last chance filter", una especie de última barrera para evitar daños al motor, que actúan sobre las bombas de recuperación.
Pero no es todo, porque los filtros de los circuitos hidráulicos desempeñan un papel esencial para la seguridad de los pilotos, garantizando el correcto funcionamiento de los sistemas que gestionan la dirección asistida, los frenos y la activación del ala móvil trasera (el DRS). Además: el sistema híbrido con el que las F.1 están equipadas desde 2014 implica la presencia de una batería de acumulación de la energía recuperada, cuya temperatura de funcionamiento debe permanecer siempre dentro de un rango óptimo, a pesar de las sollicitudes impuestas por el uso exasperado de las carreras: para su refrigeración se utilizan fluidos dieléctricos especiales, cuya pureza es asegurada por dispositivos realizados siempre por UFI Filters.
Todo esto concierne a la Fórmula 1, cumbre del motorsport; UFI Filters, sin embargo, está presente con sus dispositivos también en otras categorías, empezando por el WEC, el Mundial de Resistencia hecho cada vez más popular por el retorno de Ferrari. Los filtros de la empresa veneciana se utilizan en la 499P, ganadora de la última 24 Horas de Le Mans, pero también en la nueva Lamborghini Hypercar y en la debutante Isotta Fraschini Tipo 6 LMH, a la cual UFI Filters también proporciona el intercambiador de calor que aumenta la eficiencia y la fiabilidad del sistema híbrido de propulsión. Los filtros italianos están montados también en las monoplazas de Fórmula 2 y de IndyCar, todas realizadas, en lo que respecta a la parte estructural, por otra excelencia italiana, Dallara. Y, en el motociclismo, se encuentran en las Aprilia y KTM de MotoGP, así como en Moto 2, Moto 3 y Superbike.
Hay suficiente para justificar la satisfacción de Giorgio Girondi, fundador y presidente de UFI Filters, según el cual la presencia en el motorsport y, en particular, en F.1 "es un motivo de gran orgullo para la empresa, cada vez más orientada hacia las tecnologías avanzadas que caracterizan el próximo período". La transición al eléctrico y al hidrógeno, después de todo, está, de alguna manera, a las puertas e impone a las empresas italianas de componentes esfuerzos importantes para estar preparadas.
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