Tiempos de Desolación y Esperanza en Tierra Santa

«Son tiempos oscuros, en los que parece que las tinieblas del Viernes Santo cubren vuestra Tierra y muchas partes del mundo desfiguradas por la innecesaria locura de la guerra, que es siempre y para todos una sangrienta derrota». Papa Francisco ha tomado papel y pluma para dirigir una carta a los católicos que viven en Israel y en Palestina y que este año tendrán que conformarse con una Pascua bastante desolada, sin turistas ni peregrinos, sin poder moverse fácilmente, con la inseguridad económica ya que el sector turístico está parado desde que estalló el conflicto a raíz del pogrom de Hamas del pasado 7 de octubre. El Pontífice los invita a no rendirse, a resistir, a no perder la esperanza. «Ustedes son antorchas encendidas en la noche; son semillas de bien en una tierra desgarrada por conflictos». Finalmente, los alienta sobre el hecho de que no faltará la solidaridad concreta de la Iglesia y que los católicos en Palestina no serán dejados solos. Amit, abogada israelí secuestrada por Hamas y mantenida como rehén hasta noviembre rompe el silencio: «Fui violada en Gaza». En los últimos días, el Patriarca de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha invitado a los peregrinos europeos y americanos a superar los temores y volver a viajar hacia Israel. «No tengan miedo de volver a Tierra Santa, son una presencia de paz en un lugar que tanto necesita de paz». Luego exhortó a los católicos a ser solidarios. «Esperamos que esta noche pase lo antes posible». Pizzaballa también había repetido que además de las terribles violencias de las bombas ahora hay la crisis de la vida ordinaria. Faltan alimentos, medicinas, agua. «Por ejemplo, nuestros cristianos en Gaza logran cocinar una vez o dos y lo que cocinan debe bastar al menos para una semana». En cuanto al futuro para todos sigue siendo una incógnita. Después de esta crisis, una de las más graves de los últimos 70 años, ni israelíes ni palestinos parecen más dispuestos a soluciones temporales. Incluso la hipótesis de los dos pueblos y dos estados parece reducirse. El cardenal bergamasco que vive en Israel desde hace más de veinte años y conoce bien toda el área de Oriente Medio se hace pocas ilusiones: «No lo sé - dice a Vatican News - Técnicamente me parece difícil aunque sería el único camino posible. Está claro que cualquier cosa que se elija hacer deberá garantizar estabilidad y libertad a ambos pueblos».