Sergio Conceição ha terminado en el punto de mira de la justicia española tras ser acusado de agresión hacia un árbitro en un torneo juvenil en el que jugaba su hijo. Según los primeros informes, el entrenador del Porto habría agredido al árbitro al final de un partido que enfrentaba precisamente a los Dragones y al Sevilla. El ex jugador de la Lazio, del Parma y del Inter, habría entrado al campo después del pitido final y golpeado al árbitro con una bofetada en la cara.
La primera versión
Esta versión de los hechos fue proporcionada por el alcalde de Cartaya, Manuel Barroso, quien habló en directo en Radio Antena Huelva: «Después del pitido final me llamó un empleado. Me dijo que algunas personas acababan de entrar al campo para agredir al árbitro. Corrí a defenderlo. Antes de entrar al túnel, uno de los agresores le dio una bofetada. Yo estaba en medio diciendo que no podían entrar al campo. Con arrogancia me dijeron que no sabía con quién estaba hablando. Después de presentarme como el alcalde, empezaron a insultarme. Me empujaron, me agarraron del cuello y yo intenté resistir empujándolos hasta que llegaron las autoridades, la Guardia Civil. Poco después me informé y descubrí que era el entrenador del Porto Sergio Conceição».
Lo sucedido según Conceição
La versión, sin embargo, difiere de la contada por Conceição quien afirma haber intentado solo defender a su hijo Moses, que entró al campo para unirse a su hermano José que estaba jugando. En ese momento, el alcalde local habría empujado al primero de los dos hijos de Conceição, con Sergio entrando al campo para calmar los ánimos. Sus abogados ya han comunicado que tomarán medidas con una doble demanda contra Manuel Barroso. La primera es por agresión, mientras que la segunda por difamación dadas las declaraciones hechas en los últimos días.
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