En el mercado libre de gas, Roma es la ciudad italiana con las facturas más caras, tanto a precio fijo como variable, seguida por Palermo y Catanzaro. Las mejores tarifas de gas están en Trento y Milán, seguidas por Bolzano y Trieste. Esto lo revela una investigación en 20 ciudades italianas realizada por Assoutenti con vistas al final del mercado protegido del gas, el 10 de enero. La asociación de consumidores ha comparado las mejores ofertas disponibles en el "Portal de ofertas" de Arera, tanto para contratos a precio fijo como para aquellos con tarifa variable, para una familia que consume 1.400 metros cúbicos de gas al año. En cuanto a los contratos a precio fijo, en Roma se registra el gasto más grande para aquellos que hoy eligen un operador del mercado libre: la mejor oferta prevé una factura de gas promedio anual de 2.045 euros. En segundo lugar entre las principales ciudades se encuentra Catanzaro, con una factura promedio de 2.032 euros anuales por familia, seguida de Palermo con 2.024 euros. La ciudad con la mejor oferta a precio fijo es Milán: una familia que hoy pasa al mercado libre se encuentra con una factura de 1.816 euros al año, con un ahorro de 229 euros en comparación con Roma. Siguen Trieste, Bolzano y Trento con una factura de gas promedio de alrededor de 1.837 euros al año. También para los contratos a precio variable, es decir, aquellos indexados al costo de la energía, Roma tiene la factura "estimada" más cara, con un promedio de 1.754 euros al año por familia eligiendo hoy la oferta más conveniente en el sitio de Arera. Siguen Catanzaro (1.739 euros al año) y Palermo (1.723 euros al año). La ciudad con el contrato a precio variable más conveniente es Trento, con una factura promedio estimada en 1.553 euros al año por familia, seguida de Trieste, Bolzano y Milán con alrededor de 1.554 euros.
A partir de mañana 10 de enero, los italianos tendrán que decir adiós al mercado protegido del gas. Lo recuerda Codacons, que ha realizado una investigación para entender cuánto costará a las familias la transición al mercado libre, en caso de que elijan un contrato a precio fijo o variable. Al examinar las mejores ofertas de los operadores presentes en el comparador correspondiente publicado en el sitio de Arera, y considerando el consumo promedio de una familia 'típica' de 1.400 metros cúbicos al año para cocinar alimentos, calefacción y producción de agua caliente, se descubre que los contratos a precio fijo son significativamente más caros que las tarifas aplicadas a los usuarios "vulnerables", es decir, aquellos que permanecerán en el régimen de mayor protección - explica Codacons - La factura promedio de gas, aprovechando las mejores ofertas actualmente disponibles en las principales ciudades italianas, se sitúa en 1.905,43 euros al año por núcleo, más pesada en un 14,56% en comparación con la factura promedio estimada por Arera para 2024 para los usuarios que permanecerán en el mercado protegido (considerando también el retorno del IVA al 10% y al 22% a partir de enero). Una diferencia que equivale a un gasto adicional promedio de +242,28 euros por familia al año.
La situación cambia si se elige un contrato a precio variable, es decir, indexado al comportamiento de los mercados: en este caso, la factura promedio de gas, considerando solo la mejor oferta en varias ciudades, se sitúa en 1.620,55 euros al año, con un ahorro de solo el -2,57% en comparación con las tarifas del protegido de 2024, equivalente a un gasto menor de -42,97 euros al año por familia. Para las ofertas variables, en comparación con los contratos a precio fijo del mercado libre, la diferencia es actualmente de -284,88 euros por familia al año (siempre considerando solo las mejores ofertas en las ciudades individuales) - analiza Codacons -. Un ahorro sin embargo ficticio, considerando que con el aumento de los precios de la energía en los mercados, las tarifas aplicadas a los usuarios sufrirán un aumento correspondiente. "La transición al mercado libre se confirma como una desgracia para los consumidores, y según nuestras previsiones, el balance al final de la operación será negativo, con un aumento del gasto para los suministros de gas y un empeoramiento general de las condiciones económicas aplicadas a los usuarios", comenta el presidente Carlo Rienzi.
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