Roma en Pascua: Entre Turismo y Tradición Gastronómica

Las costas y castillos son asaltados por los romanos, quienes dejarán el centro histórico esencialmente en manos de los turistas presentes en la Ciudad Eterna y de muchas personas que (especialmente en Pasquetta) eligen la Capital para una excursión de un día. Los que harán los mejores negocios, en este largo fin de semana de Pascua, serán sobre todo los restauradores: muchos de los cuales presentan el cartel de "todo vendido" - para mañana y lunes - ya desde hace algunos días. Y también aumentan los ingresos, en comparación con el mismo período del año pasado: «Predecimos una facturación de más de 55 millones de euros para estos días festivos - subraya Claudio Pica, presidente de Fiepet-Confesercenti de Roma y Lacio - Con un aumento del 23 por ciento respecto al 2023». Con el centro histórico blindado para garantizar la seguridad, dada la delicada situación internacional, los romanos eligen principalmente ir a comer fuera. Pocos son los viajes de más días: muchos han preferido apostar por el maxi-puente del 25 de abril al 1° de mayo. Quienes se están moviendo ahora, en cambio, han elegido en la mayoría de los casos destinos cercanos: el resto del Lacio, los Abruzos, Umbría y Toscana en primer lugar. «Pero los clientes que reservan lo hacen en gran parte para los próximos meses de verano y otoño, especialmente si se trata de viajes importantes», explica Cinzia Renzi, presidenta de Assoviaggi Lacio, adherente a Confesercenti, que reúne a 1.900 agencias y tour operadores. En estos días, por lo tanto, serán asaltados los restaurantes del hinterland de la Capital (con los Castillos Romanos en la cima de las preferencias) y sobre todo la costa - en particular entre Ostia, Fiumicino, Fregene y Maccarese - pero también en otras localidades costeras del Lacio preferidas por los romanos: al norte hacia Santa Severa y Tarquinia y más al sur hacia Anzio y el Circeo. Auge de reservas también en los agroturismos, alrededor de la Ciudad Eterna y en las provincias de Viterbo, Rieti y Frosinone. La única incertidumbre, como siempre, reside en el clima, muy incierto especialmente en Pasquetta. El centro, como se dijo, estará en cambio vigilado por turistas y "excursionistas" de fuera de la ciudad, que garantizarán de todos modos el lleno total en la mayoría de los establecimientos públicos que han decidido permanecer abiertos en estos días festivos. Los orígenes de los huéspedes en los hoteles, en el período pascual, están equitativamente divididos entre italianos y extranjeros: entre estos últimos, prevalecen los europeos. Se prevén particularmente concurridas las áreas de mayor vocación turística de la Urbe: desde el Tridente a los alrededores del Coliseo, desde el meandro barroco a Borgo y Prati, por la cercanía con el Vaticano. Si la Pascua premiará sobre todo a los restaurantes y otros establecimientos públicos de la Capital y su hinterland, el final de abril estará más dedicado a los viajes, en su mayoría cortos de los romanos. Muchos aprovecharán, de hecho, los siete días de puente, entre el 25 de abril y el 1° de mayo, cuando también muchas escuelas romanas han decidido cerrar. Tiempo permitiendo, los destinos preferidos serán las localidades costeras del Lacio, pero también algunos pueblos del interior. Luego siguen Toscana, Umbría, Abruzos, Campania, Marche, Molise, el arco apenínico y el arco alpino. En su mayoría se trata de destinos nacionales, aunque, según las agencias de viaje, muchos romanos optarán por el clásico "city break", en Europa.