El pequeño no lo habría logrado si los médicos no hubieran intervenido inmediatamente después del nacimiento para permitirle respirar. Una enorme masa tumoral en la garganta, tan grande como su cabeza, le habría impedido respirar al nacer. La vida de un feto de 37 semanas fue salvada en el momento del parto por un procedimiento único en su tipo, realizado mientras el recién nacido aún estaba conectado a la placenta. Los cirujanos tuvieron solo unos minutos para extraerlo del vientre de su madre y conectarlo a la máquina corazón-pulmón, antes de cortar el cordón umbilical y completar la cesárea.
La intervención que salva vidas
El procedimiento que salva vidas, llamado Exit-to-Ecmo, fue realizado en el Hospital San Pietro Fatebenefratelli por un equipo multidisciplinario coordinado por especialistas del Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma. Tres días después, también se eliminó la masa tumoral. Cuatro meses después, el niño está bien y ha regresado a casa con su familia. El niño había desarrollado en el útero una masa tumoral benigna pero de crecimiento 'tumultuoso', muy compacta y voluminosa. El tumor, ubicado en el cuello, era tan grande como la cabeza del pequeño paciente y había incorporado los vasos arteriales (carótida) y las vías respiratorias (tráquea). Debido a estas características, la masa habría impedido que el niño respirara solo al nacer y también habría impedido que los médicos procedieran con la intubación o la traqueotomía para permitir la respiración. Durante el embarazo, la madre fue asistida por especialistas del Bambino Gesù que siguieron la evolución del tumor en el feto y planificaron en detalle el momento del parto preparándose para todas las eventualidades.
El caso
La complejidad del caso del pequeño llevó a los equipos médicos a activar - primer caso conocido en Italia - el procedimiento Exit-to-Ecmo (Exit finalizado al Ecmo) que permitió al recién nacido no solo sobrevivir sino también preservar la función normal del cerebro, puesta en riesgo por la imposibilidad de respirar. El parto en Exit consiste en extraer parcialmente al feto del vientre de la madre, a través de una cesárea, manteniéndolo conectado al cordón umbilical y a la placenta. Este procedimiento otorga a los cirujanos un breve intervalo de tiempo (alrededor de 40-50 minutos) antes de tener que completar el parto. Considerando el volumen y la consistencia del tumor que impedían el rápido acceso a las vías aéreas con las técnicas 'convencionales', la única posibilidad para el pequeño era la circulación extracorpórea (Ecmo - Extra Corporeal Membrane Oxigenation).
La colocación de la máquina corazón-pulmón que reemplaza, desde el exterior, la función respiratoria y cardíaca, es un procedimiento quirúrgico muy delicado y complejo: en tiempos muy breves, requiere la apertura del tórax del niño (en este caso 'en Exit', es decir, no completamente nacido) y la inserción en los grandes vasos sanguíneos cerca del corazón de dos cánulas conectadas a la máquina. Después de iniciar la circulación extracorpórea, se completó la cesárea. A pocas horas del nacimiento, siempre con el apoyo del Ecmo, el niño fue trasladado al Hospital Pediátrico Bambino Gesù para prepararse para la cirugía de extirpación del tumor. La operación, que duró unas 7 horas, se realizó 3 días después del parto. Después de 4 meses de hospitalización, finalmente regresó a casa para pasar su primera Navidad con la familia.
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