Mathieu Van der Poel gana con ventaja la París-Roubaix, repitiendo así el éxito del año pasado. El campeón del mundo holandés también es el primero, desde 1962 hasta hoy, en ganar Flandes y Roubaix en el mismo año vistiendo el maillot arcoíris. En segundo lugar quedó Jean Philipsen, a 2'57" de Van der Poel. Curiosamente, el año pasado Van der Poel y su compañero de equipo belga también terminaron primero y segundo en la París-Roubaix.
La madre de todas las clásicas comenzó en la mañana con una caída que involucró a varios atletas en competencia. Después de aproximadamente una hora y media de carrera, veinte ciclistas chocaron y cayeron al suelo, siendo el italiano Elia Viviani quien llevó la peor parte. El corredor nacido en 1989 tuvo que retirarse y fue transportado al hospital más cercano en ambulancia. Jonathan Milan también estuvo involucrado en el choque y tuvo que abandonar la carrera.
Las preocupaciones en la víspera
La "Carrera de las piedras", así es llamada la París-Roubaix debido a los muchos tramos que presentan adoquines dentro del recorrido. Estos son 29, con un total de 53 km sobre una superficie irregular. El tramo que lleva al bosque de Arenberg, luego, preocupó a los organizadores en los días previos al inicio de la carrera.
Para evitar caídas cerca del bosque, el tramo fue modificado insertando una chicane. Esto fue necesario para hacer que el grupo reduzca la velocidad antes del estrecho que lleva a Arenberg, disminuyendo según sus previsiones la peligrosidad de ese tramo.
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