«Manos por todas partes»
En las producciones de EE. UU., a raíz del movimiento Me Too, se ha vuelto estándar el rol del coordinador de intimidad. Sabrina Impacciatore reveló su inicial perplejidad: «Al principio me parecía surrealista y exagerado, pero bendigo que exista», confiesa. Su experiencia en el set de "White Lotus", donde tuvo la oportunidad de expresar sus preferencias respecto a las escenas íntimas, marca un contraste claro con sus experiencias previas en Italia, donde sufrió comportamientos inapropiados. «Venía de Italia donde muchos colegas me tocaban por todas partes», revela, subrayando la generalizada falta de respeto por los límites personales en la industria cinematográfica italiana.
Las insinuaciones
En cuanto a la vida sentimental, Sabrina Impacciatore mantiene un enfoque tradicional en las relaciones, diciendo que nunca ha seducido a un hombre y que no comprende a las mujeres que se ofenden si los hombres hacen insinuaciones, siempre que haya un mínimo de interés mutuo. «No, soy de la vieja escuela. No entiendo a las mujeres que se ofenden si los hombres lo intentan», dice.
Los imprevistos
La actriz también cuenta cómo maneja la relación con sus agentes, definiéndose como "la cliente ideal" y no escatima anécdotas sobre su iniciativa para resolver los imprevistos que pueden ocurrir en su trabajo. Como cuando reparó sola la correa de un zapato en los Emmy o cuando enfrentó un imprevisto con el corsé del vestido en el Festival de Sanremo de 2018.
El período oscuro
En cuanto al futuro, Impacciatore se siente agradecida por las experiencias vividas y no siente la presión por alcanzar otros hitos como ser protagonista de una película en Venecia o hacer su debut como directora. «Me siento agradecida por lo que estoy viviendo, no me falta, llegará», dice, aunque recuerda los períodos oscuros de su carrera, cuando se sentía invisible en la industria cinematográfica italiana.
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