Los mejores entrenadores de 2023, con reconocimiento de la ATP, y una nota de desaprobación del propio Novak Djokovic. Naturalmente estaban en la tribuna, en Melbourne Park, sufriendo (poco esta vez) y celebrando (mucho) Simone Vagnozzi y Darren Cahill, el dúo de entrenadores que está llevando a Jannik Sinner a los niveles más altos. Y en Australia, 2024 ha traído la primera final de Slam, comenzando el año en la cima. El año pasado para el líder del tenis italiano se cerró con números ya superiores: la posición n.4 en el ranking, con Sinner siendo el primer italiano en terminar una temporada en el Top 5 en la era Open, el primero en llegar a la final de las Nitto ATP Finals, con victorias incluso sobre el número 1 del mundo.
El trabajo en equipo
Resultados detrás de los cuales está la grandeza del individuo, pero también el trabajo en equipo: el mismo Sinner, que en los reconocimientos de la ATP resultó ser el más amado por los fans, siempre ha agradecido a su equipo liderado por Vagnozzi, a quien se ha unido el gurú de la raqueta Cahill: ha sido él el hombre clave para Sinner, el que le ha permitido mejorar en el servicio, especialmente con el segundo. Contra Djokovic ganó el 63% de los puntos con el segundo servicio, una enormidad.
La nueva era del italiano comenzó en febrero de 2022 cuando decidió abandonar a Riccardo Piatti, quien lo había seguido desde el inicio de su carrera, y confiar en Vagnozzi. Desde Wimbledon 2022, el australiano Cahill se unió al equipo. Sinner eligió a Vagnozzi para una evolución técnica en términos de variaciones en el servicio y en el juego de ataque. «Conozco a Jannik desde que tenía 14 años, entrenarlo es fácil, tiene un buen carácter y siempre quiere mejorar mucho» dice Vagnozzi de su mejor alumno.
El papel de Cahill
Desde Wimbledon 2022, el número uno de los entrenadores, Cahill, se subió al tren de Sinner: ayudó a Lleyton Hewitt a convertirse en el número 1 de la ATP más joven (récord luego batido en 2022 por Carlos Alcaraz) y a Andre Agassi a ser el más viejo. Luego trabajó con Simona Halep, quien también se convirtió en reina. Cahill mostró a Sinner vídeos de Agassi, a quien el australiano había llevado de vuelta al número 1 del mundo. «Jannik es alto, delgado, tiene una gran apertura de brazos y puede generar una gran potencia - dice el entrenador del italiano -. Andre revolucionó el juego en su tiempo por cómo golpeaba la pelota, especialmente en el revés. De los grandes jugadores del pasado hay mucho que aprender». El preparador físico es Umberto Ferrara, y se encarga del trabajo en el gimnasio (lo que menos le gusta a Sinner, a quien, como dicen sus entrenadores, le gusta estar siempre en la cancha con la raqueta en la mano). En el equipo también están el fisioterapeuta Giacomo Naldi, que dejó el Virtus Bologna de baloncesto para seguir a Jannik, y el osteópata Andrea Cipolla. Y luego está papá Sinner: el señor Hans-Peter, chef de profesión, ahora es el cocinero para su hijo y el equipo en la gira.
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