domenica 3 agosto 2025, 05:50 - Última actualización: 09:02
Más rápido que el viento. Las ráfagas repentinas que soplaron en Q3, junto con las temperaturas en caída, no molestaron a Charles que, en un circuito que no le agrada mucho, pinta una vuelta perfecta y se lleva la primera pole de la temporada para Ferrari. Sin embargo, no parecía el día adecuado. Por un lado, un McLaren estelar que nunca como en el Hungaroring se había sentido tan cómodo, dominando todas las pruebas y asegurando toda la primera fila. Además, en clasificación, el SF-25 parecía fuera de ritmo y ya no era la segunda fuerza. Los Rojos, para pasar el corte de la Q1, se vieron obligados a usar dos juegos de neumáticos blandos y Lewis tuvo que ondear la bandera blanca en Q2 marcando el duodécimo tiempo.
El principito, como de costumbre, puso de su parte, pero sufrió tanto que declaró que, en esas condiciones, se habría "conformado con la cuarta o quinta posición". Sin embargo, en un instante, todo cambió. Leclerc, que tenía poco que perder, exprimió su monoplaza como un limón, sacando todo lo que había, sin preocuparse por la temperatura en picada y de Eolo que se volvió repentinamente travieso. Leclerc, por lo tanto, repitió más o menos el tiempo de la Q2, algo que también hizo el duro Russell con el Mercedes que cerró a apenas 53 milésimas. Los dos pilotos de la nave perfecta, en cambio, acusaron el cambio de condiciones, las ráfagas molestaron el equilibrio de los papayas y Piastri y Norris elevaron sus tiempos en unos 4 décimas, colocándose entre el monegasco y el inglés.
CUATRO EN 50 MILÉSIMAS
Las dos primeras filas están en un parpadeo: Oscar a 26 milésimas, Lando a 41, George, precisamente, a 53. La tercera fila, muy sorprendentemente, es toda de Aston Martin con el cuarenta y cuatro años Alonso delante de Stroll, ambos a apenas una décima de Ferrari. En la cuarta fila, el cada vez más prometedor Bortoleto, brasileño de Milán, que dejó atrás a un desorientado super Max con un Red Bull que parece sentir la ausencia del capitán Horner. Lo que deja más asombrado, además de la sublime actuación de Charles que después de un año se llevó su pole número 27, es el vuelco de la tradición, un giro completo. Por cierto, Leclerc ha confirmado ser el hombre de la vuelta rápida. De 27 salidas, en la pole el joven ha ganado solo 8 veces, mientras que el rey de los trofeos, su compañero Hamilton, está en perfecto equilibrio: 104 a 105. Volviendo a la tradición en Budapest, se vuelve aún más increíble lo que ha sucedido. Charles nunca ha amado Hungría, nunca ha ganado en tierra magiar y nunca había salido siquiera en primera fila. Un trazado que Lewis siempre ha amado y considerado su jardín de casa: 11 salidas en primera fila, 9 de ellas en pole position que se concretaron en 8 victorias.
AUTOCRÍTICA IMPASIBLE
Pues bien, Charles ha hecho 10 a 4 en clasificación en la temporada, pole en Hungaroring mientras Lewis fue eliminado en Q2 tras la doble eliminación de Spa-Francorchamps incluso en Q1. Ciertamente un periodo negro para el británico que no logra domar al Rojo. En consecuencia, el ánimo está por los suelos y Lewis comienza a avergonzarse de sus resultados tanto que tiene la mirada apagada: "¿Una solución? No lo sé, me lo pregunto también. Repito, realmente no sé qué decir, no tengo una respuesta. Tal vez haya que cambiar al piloto porque evidentemente es posible llevar este coche a la pole position. Soy inútil...". Un juicio implacable, quizás exagerado. En cambio, Charles comentó: "No lo sé, ya no entiendo nada de F1, realmente no me esperaba la pole. En carrera veremos, claro que entrar primero en la primera curva en este circuito es mucho...".
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