Filippo Turetta lee las novelas de la biblioteca de la prisión, pero no ha vuelto a tocar los libros de la universidad. En la fecha en que se otorgó el título póstumo a Giulia Cecchettin, su ex novia a la que asesinó con una veintena de puñaladas, el joven de 22 años de Padua pasó otro día como muchos desde el 25 de noviembre pasado, cuando las puertas de la prisión de Montorio se abrieron para él.
El nuevo compañero de celda
Turetta, que estuvo mucho tiempo en la enfermería, ha sido trasladado a una sección normal de la prisión de Verona: es un 'prisionero común', encerrado con otro compañero de celda, ya no el hombre que la dirección le había puesto al lado en la enfermería para evitar posibles actos suicidas. Y tiene los mismos derechos que todos los demás.
Los libros
De la vasta colección de la biblioteca de Montorio puede leer los títulos de las novelas y ensayos que solicita de vez en cuando: sus primeras lecturas fueron la novela de Pushkin 'La hija del capitán', y un misterio de Agatha Christie. Sin embargo, ya no puede jugar con la playstation, algo que causó mucho debate, porque la consola de videojuegos es un equipamiento exclusivo de la enfermería.
La universidad
No ha vuelto a tocar los textos de la universidad - estaba matriculado como Giulia en ingeniería biomédica. En la universidad no hay ningún contacto registrado de Turetta con el Departamento de Ingeniería. 'Es demasiado pronto', dice aquel que conoce el mundo de la prisión. Casi nunca quien espera juicio, como Filippo, logra retomar los estudios. Se necesita ese 'clic' que generalmente ocurre cuando el recluso se da cuenta de que debe enfrentar la sentencia después del juicio.
El futuro
Quien está esperando juicio 'espera', no entra 'en una lógica de planificación'. Cuando comienza a cumplir la pena, sin embargo, 'debe darle un sentido a la detención'. Entonces, junto con los operadores de la prisión, los psicólogos, puede entrar en un proyecto de trabajo o de estudios. Algo que para varios condenados se convierte en el primer acercamiento a un nivel de educación superior. A Turetta le faltaban tres exámenes para graduarse, lo que Giulia estaba a punto de enfrentar, y que probablemente la habría alejado de él de manera definitiva.
Los padres
'Radio prisión' no cuenta mucho más sobre Turetta. Sus padres, papá Nicola y mamá Elisabetta, nunca lo han dejado solo. Continúan viéndolo presentándose en Montorio en los turnos de visita previstos para su sección. Hace un tiempo se había difundido el rumor de que, después del traumático encuentro del 3 de diciembre, la familia no se había presentado más para las visitas. En realidad, las autoridades penitenciarias han impuesto silencio sobre la vida y la privacidad del prisionero común Filippo Turetta.
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