La OTAN y el Patriarcado de Moscú: Una Lucha Contra la Ortodoxia

La OTAN y el Patriarcado de Moscú: Una Lucha Contra la Ortodoxia
by Franca Giansoldati
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lunes 25 marzo 2024, 09:57

La OTAN, portadora del mal, de la firme voluntad de debilitar la fe ortodoxa y sus valores. El Patriarca Kirill se hace oír nuevamente contra Occidente y esta vez toma como objetivo a la Alianza Atlántica que hace 25 años decidió intervenir en Kosovo. El patriarca ortodoxo de Moscú ha enviado una carta al patriarca ortodoxo serbio Porfirije ofreciendo un relato muy parcial de los ataques aéreos de la OTAN sobre Yugoslavia, definiéndolos como «otro episodio revelador en la eterna lucha contra la fe ortodoxa» para destruir un «gran estado eslavo» y posteriormente promoviendo y apoyando el «separatismo nacionalista».

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«Obviamente, el objetivo principal de los agresores era arrebatar a Serbia su provincia autónoma de Kosovo y Metohija - la tierra que es la cuna de la ortodoxia serbia», subrayó Kirill. Un «enfrentamiento desigual» que hizo emerger el valor de aquellos que fueron asesinados por los "extremistas". Luego elogió el coraje y la firmeza «mostrados por el pueblo hermano serbio» sin embargo, no recordó que las unidades yugoslavas de la época habían expulsado por la fuerza a los albaneses de Kosovo cometiendo atroces masacres bajo la guía de Slobodan Milosevic.

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La misión de la OTAN ha estado durante años en el centro de continuas polémicas ya que se llevó a cabo sin un mandato de las Naciones Unidas. La guerra de Kosovo duró hasta el 10 de junio de 1999. El gobierno yugoslavo habló de 1.200 a 5.700 víctimas civiles como resultado de los ataques aéreos. Human Rights Watch estimó alrededor de 500 muertos civiles. Cientos de miles de personas fueron forzadas a dejar sus ciudades y pueblos y la cuestión de Kosovo sigue siendo sustancialmente sin resolver.

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El Vaticano en ese momento intentó de todas las maneras evitar el conflicto. Primero organizando un encuentro entre los países involucrados, luego yendo a hablar personalmente con Milosevich. La misión fue encomendada al cardenal francés Jean Luis Tauran. Fue un intento acordado directamente con el entonces ministro de Asuntos Exteriores, italiano Lamberto Dini. Mientras tanto, en el campo teológico, las academias católicas se preguntaban sobre la justicia moral o no de ese conflicto desencadenado por la limpieza étnica en Kosovo. Fue el entonces cardenal Camillo Ruini quien ofreció una síntesis de esos debates teológicos diciendo que la limpieza étnica y las bombas de la OTAN «no pueden considerarse en el mismo plano: una cosa es una acción de guerra, otra cosa es la limpieza étnica, que presenta una mayor gravedad», sin embargo, «preferiría no insistir en la graduación de la maldad de una acción, sino esperar el fin de las hostilidades y el regreso de las poblaciones expulsadas a sus tierras, donde tienen el derecho de vivir».

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