Sobre la reelección de Vladimir Putin ha descendido la bendición del patriarca ortodoxo de Moscú, Kirill. En una carta de felicitaciones, el patriarca ha elogiado los «resultados impresionantes» de los «años de trabajo incansable por el bien de la patria» que el presidente ha llevado adelante. Y es por esto, explicó, que el pueblo ruso se ha expresado una vez más a su favor a pesar de que las presidenciales han sido criticadas a nivel internacional porque estuvieron acompañadas de acusaciones de manipulación, por la ausencia de libertad y equidad. A Putin también le ha deseado que Dios «le dé fuerza espiritual y física, el apoyo generoso y el éxito bendecido en su trabajo futuro».
Kirill no ha dejado de apoyar de todas las maneras al Kremlin, especialmente durante los años de guerra contra Ucrania, y luego expresó su alegría por las «relaciones constructivas» entre el estado y la Iglesia ortodoxa. Una relación cimentada, explicó, que sirve para «establecer los valores morales tradicionales en la sociedad, promover la iluminación espiritual y la educación patriótica para los jóvenes y preservar los valores históricos de Rusia». Según el Patriarca, esta cooperación solo puede continuar. El resultado electoral para Kirill sigue siendo el emblema de un estado fuerte que asegura una «vida pacífica y exitosa».
Kirill desde el año pasado está afectado por sanciones internacionales tanto en relación a sus bienes como al prohibición de poner pie en Europa. Desde Moscú, el Patriarcado, en una declaración en su sitio oficial, había denunciado la rusofobia imperante en occidente: «Un paso de este tipo no se tomó ni siquiera en los tiempos de la Guerra Fría».
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