No es una película, pero podría convertirse en una pronto. El asesinato de Lin Qi, el multimillonario chino que tuvo la idea de llevar a las pantallas la saga de ciencia ficción china "El problema de los tres cuerpos" ahora en emisión en Netflix, parece la trama de una novela de misterio. El hombre, que poseía los derechos de la novela y había firmado un acuerdo con Netflix para la adaptación televisiva en septiembre de 2020, murió pocos meses después en circunstancias dramáticas. Tenía 39 años y la policía de Shanghái descubrió que había sido envenenado por un ejecutivo de su compañía de videojuegos, la multinacional Yoozoo Games.
El asesino
El asesino, Xu Yao, era un respetado abogado que había ayudado a Lin en la negociación, pero odiaba a su presidente, se sentía poco valorado, marginado y humillado por el multimillonario. Para vengarse, el abogado diseñó su plan en el «dark web», transformó su oficina en un laboratorio químico, seleccionó y compró a través del comercio electrónico una serie de sustancias altamente tóxicas: las mezcló y las probó en perros y gatos. Después de las pruebas, transformó en píldoras la poción letal y la embotelló. Luego fingió querer reconciliarse con el presidente Lin, y para sellar la paz le regaló la botella, asegurándole que se trataba de un producto probiótico. El multimillonario lo probó, se sintió mal, fue ingresado en el hospital en diciembre de 2020 y en el transcurso de diez días murió. Según estas reconstrucciones, el asesino mezcló y probó un centenar de sustancias letales en un laboratorio improvisado, justo como el protagonista de la serie americana "Breaking Bad" de la cual Xu es un gran fan.
El motivo: la envidia
Según la sentencia de condena, el motivo fue una disputa sobre la gestión de la compañía. Los medios especifican que la disputa habría estado relacionada precisamente con los derechos de la trilogía, para convertirla en una especie de franquicia cultural. Los derechos, sin embargo, fueron adquiridos en 2009 por una pareja de empresarios chinos, con quienes Lin intentó sin éxito colaborar en los años siguientes para la adaptación cinematográfica. En 2017 se dirigió a Xu, un abogado famoso que había estudiado en Francia y Estados Unidos, con una década de experiencia como abogado de corporaciones chinas, que logró obtener los derechos y el año siguiente fue nombrado al frente de una compañía subsidiaria de Yoozoo, llamada precisamente The Three-Body Universe, con la tarea de desarrollar el Three-Body IP. Pero en este punto las relaciones entre los dos se deterioran, y Lin, insatisfecho con los resultados de Xu, comienza a marginar al abogado confiando los proyectos más importantes a otro ejecutivo, Zhao Jilong, que también habría sido víctima de un envenenamiento por parte de Xu, que había inyectado mercurio en las botellas de agua, en el whisky y en las cápsulas de café de la oficina de Zhao que sobrevivió pero con una concentración de mercurio en su cuerpo 10 veces superior a los niveles de seguridad.
Xu también vio reducido su salario de 20 millones de yuanes (2,7 millones de dólares) al año a 5 millones, y cuando Netflix anunció el proyecto para la serie, en septiembre de 2020, su nombre no apareció entre los de los productores ejecutivos, mientras que Lin puso el de Zhao junto al suyo. Y quizás este fue el desgarro final que impulsó a Xu a llevar a cabo su plan homicida.
La condena
En China existe la pena de muerte y con las pruebas de premeditación y ferocidad en la ejecución del delito, la corte no tuvo dudas: el abogado Xu fue condenado a la pena capital el 22 de marzo. Por coincidencia, el día anterior, el 21 de marzo, Netflix emitió el primer episodio del "Problema de los tres cuerpos" y en los créditos iniciales el difunto multimillonario Lin Qi es mencionado como "productor ejecutivo".
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