Ilaria Salis: Entre la Lucha Antifascista y la Justicia Húngara

Ilaria Salis: Entre la Lucha Antifascista y la Justicia Húngara
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jueves 28 marzo 2024, 13:18 - Última actualización: 18:07

Ilaria Salis es una maestra de Monza, tiene 39 años y desde febrero de 2023 está encarcelada en Hungría. Está acusada de haber agredido a dos hombres causando lesiones consideradas curables en 5 y 8 días: no consta que los dos, que estaban celebrando el día del honor, hayan presentado denuncia. La supuesta agresión ocurrió en Budapest en la víspera del 11 de febrero: El día del honor es una conmemoración durante la cual los seguidores del nazismo de toda Europa celebran el intento del ejército alemán, que incluía también unidades de soldados húngaros, de romper el asedio de la capital en febrero de 1945. Intento fallido porque las tropas soviéticas no dejaron brechas. Desde finales de los noventa se celebra esta conmemoración que ha terminado por reunir a neonazis también del resto de Europa y que en los últimos años, desde que el soberanismo ha alimentado los movimientos de extrema derecha, ha sido escenario también de enfrentamientos con antifascistas. Cada vez más extremistas de derecha hacen parada en Budapest en los primeros días de febrero sabiendo que su celebración será tolerada. Solo en 2022, por motivos de orden público, la celebración fue cancelada.

 

Riesga 24 años de cárcel

Ilaria Salis, convencida antifascista y activista de las luchas por los derechos sociales, a veces definida anarquista, arriesga hasta 24 años de cárcel después de haber rechazado un acuerdo sobre 11 años. Siempre se ha declarado no culpable.

El proceso fue aplazado al 24 de mayo después de haber sido iniciado con la apertura de la investigación y las solicitudes probatorias: durante la audiencia, la italiana fue llevada a la sala esposada, con una cadena en los pies tirada por una vigilante. Un tratamiento inhumano medieval lamentablemente en uso en Hungría. El mismo tratamiento, a pesar de las protestas de Italia, le fue reservado hoy 28 de marzo durante la audiencia al término de la cual se le negaron los arrestos domiciliarios en Hungría.

Entretanto, un ciudadano alemán coimputado de Ilaria Salis fue condenado a tres años gracias a un procedimiento inmediato favorecido por el hombre que se declaró culpable.

Esposas y cepos

El caso de Ilaria Salis, inicialmente encerrada en una cárcel con celdas y situaciones indignas de un país civilizado y luego trasladada a instalaciones más adecuadas gracias a la presión de los medios y de la embajada italiana, ha estallado por ese tratamiento con cadenas que, según la defensa, viola el derecho europeo así como parecen ilegítimos algunos pasos del procedimiento procesal: a los defensores no se les proporcionó la grabación de vídeo de la supuesta agresión. También faltaba la traducción al italiano de los cargos.

El Hungarian Helsinki Committee, organización que defiende los derechos de los detenidos, ha denunciado varias veces el fracaso de las autoridades húngaras en cumplir con las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Además, Amnistía Internacional recuerda que la decisión marco del Consejo Europeo de 2009 sobre el reconocimiento mutuo de las decisiones sobre 'medidas alternativas a la detención preventiva', que en estos casos prevé para el detenido una serie de medidas alternativas, como el arresto domiciliario, aplicables también en espera de la sentencia.

Además, juristas subrayan que «la Comunidad Europea ha establecido la posibilidad de obtener arresto domiciliario en su propio Estado, precisamente porque no se produzcan disparidades de tratamiento entre ciudadanos europeos, cuyo peligro de fuga no debe servir como elemento discriminante». Es lo que motiva la solicitud, hasta ahora rechazada, de la embajada y los defensores de Ilaria Salis de tener arresto domiciliario en Italia y poder participar en el proceso por videoconferencia.