No tenía muchas esperanzas de encontrar el anillo perdido por su esposa fuera de un supermercado en Corso Trieste en Roma. Sin embargo, quizás llevado por la desesperación, el otro día, miércoles 28 de febrero, publicó un llamado en Facebook. Esperaba por la suerte y la honestidad de la persona que pudiera haber encontrado la valiosa joya, preciosa tanto desde el punto de vista afectivo como monetario, dado su costo superior a los 6 mil euros. En cambio, fue recompensado. «Confirmo que lo que nos ocurrió es la prueba de que hay mucho de bueno y honesto en las personas y esto no puede ser más que el mensaje más hermoso», informa el señor.
El post de llamado en Facebook
«Buenos días, mi esposa ayer alrededor de las 19 fuera del Conad en Corso Trieste cerca de la plaza Annibaliano perdió una veretta de diamantes Damiani». Así comenzó un post publicado la noche del miércoles en el grupo de Facebook «Quartiere Trieste Salario - II Municipio» por un residente llamado Danilo. «Imaginarán que más allá del puro valor económico tiene un profundo valor afectivo – se lee aún –. Si alguien la hubiera encontrado, puede contactarme, le estaremos agradecidos y reconocidos (ninguna mención explícita de una posible recompensa en dinero, ndr)». Ninguna oferta de recompensa. En poco tiempo, unas treinta personas se limitan a teclear caritas tristes, abrazo-corazón-suspiro-dedos-amarillos-cruzados-esperemos-que-bien. “Espero que la encuentren, pero no son tiempos… yo perdí una pulsera de Tiffany con grabado pero nada, ay de mí”, escribe Barbara M., mujer de poca fe.
La espera duró pocas horas
La espera duró pocas horas. Hacia la medianoche llegó la respuesta tan esperada. «Le escribí en privado». Firmado por Linda. Y fue la respuesta que quizás, el señor Danilo, no esperaba. Lo comunicó, a las 20.45 del jueves, el mismo Danilo: «Fue hermoso descubrir que todavía hay personas honestas, nuestro más sincero agradecimiento a la persona que hoy ha devuelto el anillo encontrado a mi esposa. Siempre le estaremos agradecidos». Lista la respuesta de la directamente interesada: «Fue un placer».
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