En la catedral de San Patricio en Nueva York, en el funeral de una conocida trans llamada Cecilia Gentili, quien era una famosa activista de la comunidad LGBT+ - además de ser una conocida prostituta, declaradamente atea - se lanzaron palabras provocadoras contra la fe, incluso burlándose de la Iglesia. El espectáculo parece haber sido tan malo y al borde de la blasfemia que obligó a la diócesis estadounidense a condenar lo sucedido. Al finalizar el funeral, se emitió una nota de fuego para explicar que ahora tendrán que celebrar una misa de reparación por lo ocurrido.
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El rito
Todo comenzó cuando un grupo de “activistas” trans, amigos de Cecilia, tomaron la palabra junto al ataúd de la difunta y comenzaron a burlarse de la Iglesia mientras se celebraba el rito. Los dos, alternándose en el púlpito, hablando en inglés y español, resumieron al micrófono la actividad de Cecilia Gentili. «Esta p.... Esta gran p... Santa Cecilia, Madre de todas las p...! (...) ayúdanos a llevar adelante tu legado» Se siguieron aplausos estruendosos, ovaciones de pie, como en un estadio. La diócesis denunció el «comportamiento escandaloso en un funeral». Los sacerdotes informaron que habían concedido el rito funerario sin conocer exactamente la historia de Cecilia Gentili. «La Catedral sólo sabía que la familia y los amigos estaban solicitando una misa funeraria para un católico». Los organizadores no habrían especificado que Gentili, que murió el 6 de febrero a la edad de 52 años, era ateo y un hombre biológico que se identificaba desde hace años como una mujer.
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