Ciudad del Vaticano - Ofrecer dinero de la Caritas, en efectivo, a cambio del silencio de la víctima violada por don Giuseppe Rugolo: esta habría sido la terrible propuesta de la Diócesis de Enna-Piazza Armerina, en Sicilia. La circunstancia fue confirmada en la sala por Antonio Ciavola (entonces jefe de la Unidad Móvil de Enna y ahora en servicio en Caltanissetta), durante el proceso presidido por Francesco Pitarresi que se celebra en el tribunal de Enna y ve como imputado al sacerdote Giuseppe Rugolo, bajo arresto domiciliario desde hace un año. La noticia llega justo en el día en que el Papa Francisco en el Vaticano ha recibido a la Comisión para la protección de menores, recomendando realizar controles anuales exhaustivos para ver si las conferencias episcopales nacionales están progresando en deshacerse de las manzanas podridas, proteger a las víctimas y actuar con total transparencia.
El oficial de la Policía de Estado, escuchado en la sala por más de 4 horas, también explicó cómo de los documentos surge la negativa rotunda de la víctima a aceptar esta propuesta que provenía del obispo Rosario Gisana.
El joven, que habría sufrido violencia desde 2009 hasta 2013, habría considerado esta propuesta inmoral e ilícita. Todas circunstancias documentadas por los materiales producidos por la parte civil que testificarían la oferta de 25 mil euros en efectivo, por lo tanto no rastreables, a cambio del silencio. En la sala también se leyeron algunas chats de contenido sexual intercambiados entre Rugolo y algunos también ex alumnos de la escuela donde el sacerdote enseñó durante años, así como con jóvenes residentes en el territorio de Ferrara donde el sacerdote había sido trasladado.
Rugolo habría frecuentado sitios pornográficos donde era posible interactuar a través de la cámara con otras personas. Además, se reconstruyó el modus operandi del prelado y las modalidades dirigidas a enganchar a los jóvenes en condición de fragilidad psicológica. El sacerdote, que estaba presente en la sala, está actualmente restringido a arresto domiciliario en el seminario de Ferrara.
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