El director de orquesta un poco rock, Enrico Melozzi, que ha tomado el lugar del más clásico maestro Beppe Vessicchio, ama a Bach, Mozart y Pino Daniele. Por tres razones diferentes. Pino Daniele porque es un gran autor, poderoso, con una capacidad poética evocadora inmensa. Cada canción de Pino Daniele corresponde a un movimiento de una sinfonía de Beethoven.
Los Maneskin
Al Corriere della Sera, el maestro cuenta que el Festival de Sanremo cambió su vida, su popularidad. Sí, especialmente después de Maneskin, hubo un cambio. Desde ese momento entré en el imaginario colectivo, fui percibido de manera diferente. Este año no podía caminar un metro sin que me detuvieran para pedirme una foto. Yo trataba de disuadirlos: 'esta foto no vale nada, hazla con los cantantes'.
Al Corsera, Melozzi también cuenta su primer encuentro con Maneskin. 'Teníamos que esperar en una sala donde había un billar, ellos estaban jugando, yo estaba un poco aparte, pero en un momento me piden que haga un tiro. Acerté todos los agujeros posibles, nunca me había pasado en mi vida. Ellos estaban conmocionados. Desde entonces nunca más toqué un taco para no desmentirme'. A él le tocó la magia para Zitti e buoni. 'Con ellos tuve carta blanca para hacer tres versiones: una básica, una que empujaba sin exagerar y luego una como yo quería. Ellos se emocionaron mucho con mi arreglo: rompía, lleno de cuerdas y virtuosismo orquestal notable'.
Achille Lauro
Trabajo diferente con Achille Lauro: 'Tan pronto como escucho Rolls Royce me pongo la piel de gallina. Recuerdo la vez que fui a dormir a su casa, era una casa de varios pisos, buscaba mi habitación pero cada vez que abría una puerta había chicos tocando adentro. No era una casa, era una fábrica, una jaula de locos, con un cocinero que cocinaba para todos'.
Arregló la última pieza de Ghali y nunca discutió con Morgan: 'Vino como invitado para hacer un dúo con Lauro en Rolls Royce, tenía una idea de arreglo, y todos huían, nadie se atrevía a enfrentarlo. Fui dejado solo, estaba listo para el desafío cara a cara, para el duelo a muerte. Le digo que en mi opinión ese arreglo no estaba bien. Me mira y me dice: es cierto, tienes razón. Fue como san Francisco con el lobo. Desde ese momento nació una bonita amistad, incluso me definió como el Berlioz de nuestros días, un gran cumplido'.
El accidente
El sueño de Enrico Melozzi, que a los 8 años empezó a tocar el piano, corrió el riesgo de apagarse a los 11 después de un terrible accidente. 'Fui atropellado por una moto, me desperté dentro de un coche conducido por dos desconocidos: lo primero que pensé es que me habían secuestrado. Recuerdo el sonido del claxon, fuerte y continuo, estaba todo roto, sangre por todas partes, la cabeza abierta, casi desollada'. Un accidente muy feo, con muchas complicaciones: 'Tuve cinco operaciones en el transcurso de un año, la convalecencia duró casi dos. Recuerdo esta soledad enorme, primero atado a la cama, luego en la silla de ruedas. En ese periodo me aislé mucho, pero ya era un apasionado de los ordenadores, tenía un Commodore Amiga 500: cogí un programita, que era el precursor de los programas que uso hoy, como un Word pero para escribir notas y partituras'.
Hoy Enrico Melozzi lo ha logrado. También gracias a su forma de estar vivo y a su look: 'Paso poco tiempo frente al espejo - todavía cuenta al Corriere della Sera - El problema es solo administrar el pelo, que es una entidad aparte, tiene su propio código fiscal, vota. Para el look confío completamente en quien se encarga de encontrarme la ropa más bonita posible para hacer una buena figura en la televisión, pero en la vida de todos los días me visto de manera normal, y normalmente no me reconocen. Mi imagen está indisolublemente ligada a un traje elegante o a un esmoquin'.
Vida sentimental. 'Estoy soltero. He decidido no atarme a nadie en este periodo. Y he decidido no tener hijos. No me siento capaz, creo que luego me dedicaría tanto a ellos que perdería la música. Quizás también tengo miedo. No tener hijos me hace seguir siendo adolescente, mientras que si te conviertes en padre te haces mayor por fuerza'.
Mientras tanto, no le faltan fans y groupies. 'Están las niñas de Melox, los clubes de fans, los perfiles falsos que venden encuentros conmigo, los grupos FantaSanremo: el mayor honor de mi vida es tener un bono dedicado a quien me tiene como director de orquesta. Valgo 20 puntos'.
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