El Vaticano y los Obispos Alemanes: Entre Reformas y Tensiones

El Vaticano y los Obispos Alemanes: Entre Reformas y Tensiones
by Franca Giansoldati
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sábado 23 marzo 2024, 17:42
Es una guerra de posiciones que se ha prolongado durante cuatro años. Por el momento, el enfrentamiento se ha cristalizado, a la espera de cómo se desarrollará el próximo Sínodo previsto para el otoño. Por un lado está el Vaticano y por el otro los obispos alemanes que han iniciado un formidable camino fuertemente marcado por reformas consideradas indigestas incluso por el Papa Francisco. Sacerdocio femenino, cambios en el Catecismo en la parte que concierne a la moral sexual, abolición del celibato obligatorio para los sacerdotes, mayor democracia en la gestión de la Iglesia. En estos años, el Papa Francisco ha dado varios pasos adelante, acogiendo algunas de las demandas de los católicos alemanes, por ejemplo, la bendición de parejas homosexuales (que en Alemania ya estaba en vigor en muchas diócesis), aunque la medida ha levantado una polvareda nunca vista en todo el planeta. Sin embargo, muchos temen que tarde o temprano se pueda llegar a una ruptura, quizás incluso a un cisma, aunque esta palabra sigue siendo un tabú. Desde las conversaciones informales de estos últimos meses parece prevalecer la voluntad de llegar a un acuerdo más que a la decisión de romper completamente. En estos días ha terminado en el Vaticano una reunión oficial entre los cardenales de la curia más importantes y los obispos de Alemania llegados a Roma para entender cómo se desarrollará el sínodo sobre la sinodalidad que tendrá lugar en octubre y en el cual se están centrando las esperanzas de los católicos, especialmente en el tema de las mujeres. Antes de la reunión, el obispo de Hildesheim, Heiner Wilmer, un super progresista, se había apresurado a hacer saber a Roma que no habría ningún cisma y «ninguno de los obispos de Alemania lo ha querido nunca» escribió para el portal teológico Communio.de. Agregando que no se debe interpretar el conflicto como una cuestión de poder en el estilo de «Roma contra Alemania» o «Alemania contra Roma». Los obispos, aseguró Wilmer, son fieles al Papa y al mismo tiempo deben «estar al lado de los fieles en nombre de Jesucristo, comprendiendo su dolor y sus preocupaciones, no solo en la vida cotidiana y en la sociedad, sino también en relación con nuestra Iglesia». Luego se registró la voz de un exponente de la curia, el cardenal encargado de preparar el sínodo, Mario Grech que a su vez ha lanzado mensajes conciliadores: «El diaconado es un espacio diferente para las mujeres en la Iglesia y es una profundización natural de la voluntad del Señor». Quizás no se llegue al sacerdocio, pero probablemente sí al diaconado. El comunicado de prensa conjunto emitido por la Santa Sede y la Conferencia Episcopal Alemana al final de la reunión en el Vaticano resume bien la nada de hecho y las respectivas posiciones expectantes. Del texto se entiende que las conversaciones no deben haber sido tan simples, de hecho se habla de diferencias entre reformadores y conservadores. La delegación alemana incluía a los obispos Bertram Meier (Augsburgo), Peter Kohlgraf (Maguncia), Franz-Josef Overbeck (Essen), Michael Gerber (Fulda) y Stephan Ackermann (Tréveris). Los cuatro cardenales de la curia, por otro lado, eran: Victor Fernández, Kurt Koch, Pietro Parolin, Robert Prevost y Arthur Roche, así como el arzobispo jurista Filippo Iannone. «El encuentro, que duró todo el día, estuvo caracterizado por una atmósfera positiva y constructiva» con «diferencias y puntos de acuerdo». Una declaración bastante vaga y poco clara, como de hecho podría ser el resultado futuro del camino sinodal alemán decidido a no retroceder. Si los obispos alemanes han aceptado a regañadientes renunciar al proyecto de un nuevo organismo diocesano capaz de dar a los laicos el poder de acompañar democráticamente al obispo en las decisiones, difícilmente darán marcha atrás en el resto de su agenda. La agencia católica KNA ha resumido que en este momento la «línea de fondo es que ambas partes están salvando la cara, al menos externamente». El 14 y 15 de junio, el comité de los obispos alemanes se reunirá en Maguncia aunque lo que se decida luego tendrá que ser sometido a Roma. En los últimos meses, el presidente de la Conferencia Episcopal, Georg Bätzing, se había quejado repetidamente con los periodistas de que, a pesar de todos los esfuerzos, no había habido un verdadero diálogo con los responsables en el Vaticano.
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