El último mensaje de Berlusconi: un legado de convicciones y valores

«Estaba allí con él, en esa habitación del San Raffaele de Milán, en la tarde del sábado 10 de junio, cuando (mi padre, ndr) escribió estas líneas. Y nunca, nunca podré olvidar». Así Marina Berlusconi en el prólogo del nuevo libro de Paolo Del Debbio, publicado esta mañana por el Corriere della Sera. El libro contiene el último escrito de Silvio Berlusconi. El último escrito de Berlusconi: el recuerdo de su hija Marina «Le había visitado la noche anterior - recuerda - lo vi bien. Volví al día siguiente, y desafortunadamente encontré a otro hombre. Abandonado en un sillón, muy fatigado, sombrío, sufriendo. Se hizo acompañar del sillón a la mesa. Pidió papel y pluma, bajó la cabeza y comenzó a escribir. Me senté a su lado y lo observé trabajar. En un momento dado, se detuvo, levantó la mirada, la fijó en mis ojos y dijo algo que llevaré dentro hasta mi último momento: "Ves, Marina, la vida es así: vienes, haces haces haces... y luego te vas". Terminó la primera página, me la pasó, leí - continúa - Y se me cayó el mundo encima. Porque me di cuenta de que lo que estaba escribiendo era su legado ideal, su testamento, la síntesis de las convicciones y los valores que siempre lo habían acompañado. Él continuó escribiendo, y cuando terminó pidió ser llevado de vuelta a la cama. Yo me quedé allí petrificada, fingiendo no haber comprendido lo que ambos habíamos comprendido muy bien. Esas cuatro páginas las he leído y releído decenas de veces, las he manejado durante horas, días, y cada vez me falta el aliento. Son un recuerdo muy privado, pero creo que es justo que no permanezcan solo como un recuerdo privado. No contienen nada inédito, pero me gusta compartirlas con quienes quisieron bien a mi padre, con quienes creyeron en él y siguen creyendo en sus ideas". El texto Aquí el texto del último escrito de Silvio Berlusconi dado a conocer por su hija Marina Berlusconi en el prólogo al nuevo libro de Paolo Del Debbio. Según informa la misma hija, fue escrito en la habitación del San Raffaele de Milán en la tarde del sábado 10 de junio, dos días antes de morir. Está en forma de preguntas y respuestas y, según se entiende, son preguntas que Berlusconi se hace a sí mismo. P: Pero, Presidente, ¿qué partido es Forza Italia? R: Forza Italia es el partido del corazón, Forza Italia es el Partido del amor, por los propios hijos, por los propios nietos, por todos. Forza Italia es el partido que cree en Dios y en su amor por todos nosotros. Forza Italia es el partido que ayuda a quien lo necesita. Es el partido que da a quien no tiene. Forza Italia es el partido de la casa que todos deberíamos tener. Forza Italia es el partido del mundo sin fronteras, del mundo que se ama, del mundo unido y respetuoso de todos los Estados. Forza Italia es el partido del mundo que ama la paz, del mundo que considera la guerra la locura de las locuras, donde se matan a otros que ni siquiera se conocen, Forza Italia es el partido del mundo sin fronteras, de los Estados que se ayudan unos a otros. Forza Italia es el partido de la libertad, de la democracia, del cristianismo, es el partido de la dignidad, del respeto de todas las personas, es el partido del garantismo de una justicia justa. Repito, Forza Italia es el partido de la libertad. Forza Italia es el partido para mí, para ti, para todos nosotros (...) P: Ah, cierto, olvidaba. ¿Y usted de qué partido es? R: Yo también soy de Forza Italia, del partido que fundé yo, que desearía pueda ser así, convenciendo a todos los ciudadanos de Italia y del mundo.