El Papa Francisco describe el mundo de los religiosos, las religiosas, las monjas y los monjes con tonos severos, observando que se trata de una realidad a menudo marcada por «experiencias negativas, conflictos o frutos que parecen tardar», hasta el punto de convertir a los consagrados en «personas amargas y amargadas». Gente decepcionada que muestra «la cara oscura y pesa el aire». Definitivamente poco atractivo para capturar nuevas vocaciones y dar nueva vida a un sector que está seriamente preocupado.
En la misa del 2 de febrero por el 28º día de la vida consagrada, Francisco no escatimó en críticas ni sugerencias: «Es necesario recuperar la gracia perdida: volver, a través de una intensa vida interior, al espíritu de humildad alegre, de gratitud silenciosa. Y esto se alimenta con la adoración, con el trabajo de rodillas y corazón, con la oración concreta que lucha e intercede, capaz de despertar el deseo de Dios, el amor de antaño, la sorpresa del primer día, el sabor de la espera». La invitación en sí no parece tan fácil dada la marcada caída de las vocaciones, hasta el punto de haber forzado el cierre de muchas órdenes religiosas o la fusión de varias realidades, también para no desperdiciar una tradición y a menudo un importante patrimonio inmobiliario adquirido durante los años. ¿Qué será del futuro?
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El descenso de las vocaciones atraviesa la vida de la Iglesia no solo en Occidente, siendo una constante de las últimas décadas en todas partes debido a la escasa atracción de la vida religiosa para los jóvenes y la secularización galopante. El fenómeno parece por tanto irreversible.
Según los datos de la Agencia Fides publicados a finales de 2023, el número total de sacerdotes en el mundo ha disminuido, alcanzando 407.872 (-2.347). Europa (-3.632) y América (-963) registran una disminución significativa. Los aumentos se registran en África (+1.518), Asia (+719) y Oceanía (+11). Los sacerdotes diocesanos en el mundo han disminuido en 911 unidades, alcanzando el número de 279.610. Los sacerdotes religiosos han disminuido en total 1.436 unidades y son 128.262. Los diáconos permanentes en el mundo, en cambio, continúan aumentando, en 2023 en 541 unidades, alcanzando el número de 49.176. Los aumentos se han producido en todos los continentes: África (+59), América (+147), Asia (+58), Europa (+268) y Oceanía (+9).
Los religiosos han disminuido en 795 unidades, llegando al número de 49.774. Las disminuciones se registran en América (-311), en Europa (-599) y en Oceanía (-115). Aumentan en África (+205) y en Asia (+25). También se confirma la tendencia a la disminución global de las religiosas en curso desde hace tiempo, que alcanza la cifra de menos 10.588 unidades en comparación con el recuento anual anterior. Las religiosas son en total 608.958. Los aumentos se registran, una vez más, en África (+2.275) y en Asia (+366), las disminuciones en Europa (-7.804), América (-5.185) y Oceanía (–240).
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