En España el fútbol se ha detenido por racismo. Sucedió en Primera Rfef, el equivalente a nuestra Serie C, donde Sestao River-Rayo Majadahonda se concluyó anticipadamente porque el árbitro se vio obligado a suspender el encuentro. Lo que encendió la mecha fueron unos insultos racistas que los aficionados del Sestao dirigieron al portero adversario (de origen senegalés). Sin embargo, quienes detuvieron el encuentro no fueron el árbitro, sino los compañeros de equipo del guardameta.
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Qué sucedió
Después de este episodio, de hecho, el portero del Rayo Majadahonda reaccionó a los insultos de los aficionados enfrentándolos y el árbitro decidió expulsarlo. Sin embargo, al salir del campo, no estaba solo porque sus compañeros decidieron estar a su lado no solo durante el partido, sino también en la lucha contra el racismo. Por esta razón, de hecho, abandonaron todos el terreno de juego y el equipo se negó a volver al campo, con el árbitro que se vio obligado a suspender el encuentro.
«No eran uno o dos, sino una parte del estadio. Algunos jugadores del Sestao también se disculparon conmigo. El árbitro suspendió el partido después de que dijimos que no queríamos volver al campo», destacó el presidente del Rayo. Mientras que el capitán del equipo denunció lo sucedido en las redes sociales: «Es una auténtica vergüenza lo que sucedió en el campo del Sestao. Una parte del estadio dirigió insultos racistas a nuestro compañero Cheick Sarr por su color de piel. Me avergüenzo. Todos somos Cheick. No al racismo».
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