Ilaria Salis es una profesora de 39 años de Monza que se encuentra en prisión en Budapest acusada de haber participado en la agresión contra dos neonazis. Su historia se está convirtiendo en un verdadero caso político. Ahora ha comenzado el juicio, que ha sido aplazado hasta el 24 de mayo. La militante antifascista de Milán se ha declarado inocente y ahora enfrenta más de once años de prisión.
El juicio
Salis apareció en la sala de juicio con cadenas, esposada y con los pies atados con grilletes de cuero. La mujer, que llevaba un suéter claro a rayas horizontales y llevaba un bolso oscuro en la mano, entró con una sonrisa dirigida al público. Una mujer de las fuerzas de seguridad la arrastraba por una cadena.
La acusación
Para Salis, la Fiscalía, en el acto de remisión a juicio, el pasado noviembre pidió 11 años de prisión, mientras que en junio pasado los jueces rechazaron el arresto domiciliario. "Es una situación increíble e injusta", comentó Salis, que habla con su hija casi todos los días. "Las comunicaciones que hacemos son operativas. Es un momento en el que hablamos de las cosas que se necesitan para sacarla", explicó, añadiendo que desde Italia "lo que se puede hacer es firmar la petición para su liberación".
La petición
Actualmente hay más de 48 mil firmas recogidas en change.org para traer de vuelta a Italia a Ilaria, que "es tratada como un peligroso terrorista internacional", observó Magyar, recordando la "detención bajo estricta vigilancia, la prohibición durante mucho tiempo de contactos con la familia y las autoridades italianas". Hace menos de una semana, el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, se reunió en Bruselas con su homólogo húngaro, Peter Szijjarto, a quien pidió para Salis "un trato respetuoso con las reglas y la dignidad de la persona, posibles soluciones alternativas a la detención".
El padre
"Mi hija es tratada como un animal": Roberto Salis comenta así la primera audiencia. "Llevamos 11 meses diciendo los hechos - continuó - El punto es que tanto los políticos y el gobierno como muchos periódicos pretenden no ver y siguen hablando de si es culpable o no, dejando completamente en segundo plano el hecho de que hay una vergonzosa violación de los derechos civiles".
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