Crisis y Desplazamiento del Patriarcado Caldeo en Irak

En Irak, la minoría cristiana está en caos. Debilitada internamente entre varias facciones, atacada desde el exterior, especialmente por la influencia de los chiítas iraníes, empobrecida por una lenta erosión de su poder institucional, ahora también ha perdido el único punto de referencia que tenía en Bagdad: el cardenal Luis Raphael Sako, patriarca de los caldeos, una voz libre e íntegra que hablaba sin tapujos. Él ha anunciado que se ve obligado a trasladarse al Kurdistán autónomo, una especie de Aventino. La culpa es de una insoportable escalada de tensiones que culminó en la 'malévola' decisión del presidente iraquí de revocar el decreto de 2013 que garantizaba al Patriarca Sako la administración directa de los bienes del Patriarcado y el sustancial reconocimiento de su papel sobre la minoría cristiana. Es el último acto formal de un desmoronamiento que ha durado años y ha llevado a la sustancial irrelevancia de los cristianos, que en el transcurso de veinte años han pasado de 2 millones de presencias a menos de 400 mil, aplastados como están entre chiítas y sunitas. Sako había sido el artífice de la histórica visita del Papa Francisco a Irak en 2021, antes de las elecciones legislativas: fue un viaje complejo, emprendido con valentía precisamente para apoyar el futuro de los cristianos. Evidentemente, no ha servido. Sako siempre ha sido una figura pública importante, así como un contacto clave para los políticos iraquíes entre la minoría cristiana. Un papel de mediación y garantía que siempre ha desempeñado hablando de manera bastante clara, incluso hacia el líder del partido cristiano Babyliyoun (Babilonia) que apoya un grupo armado compuesto por ex paramilitares proiraníes integrados en las fuerzas regulares. Las tensiones resultantes han llevado a la decisión presidencial de anular a Sako el decreto de 2013 que le reconocía funciones públicas. El Patriarcado caldeo, en un comunicado, explicó que estos decretos están en vigor en países árabes con presencias cristianas como Jordania, Egipto, Siria y Líbano, 'una política malévola no contra la persona del patriarca Sako, que es conocido por sus posiciones patrióticas y su integridad, sino contra la antigua posición patriarcal en Irak. En la práctica, estos decretos tranquilizan a los cristianos y reflejan el respeto del gobierno'. El presidente de Irak replicó que los decretos no tienen ninguna base constitucional ya que la iglesia elige a sus propios representantes, haciendo entender implícitamente que el referente de ahora en adelante será el partido cristiano Babilonina. En estos meses, Sako había condenado públicamente a Kildani, líder de la milicia, afirmando que no representaba los intereses de los cristianos, a pesar de que su partido había ganado cuatro de los cinco escaños asignados a los cristianos en las elecciones parlamentarias de 2021. Esto porque sus candidatos fueron ampliamente y abiertamente respaldados por fuerzas políticas chiítas afiliadas a Irán. Según Sako, las llamadas Brigadas de Babilonia, el ala paramilitar del partido, habían sido reclutadas en gran parte de las comunidades musulmanas chiítas y su objetivo es el dominio de la Llanura de Nínive. Además, las brigadas han sido acusadas de haberse apoderado ilegalmente de tierras históricas cristianas en la provincia de Nínive después de que el grupo del Estado Islámico (ISIS) fuera expulsado del área.