La Costa de Marfil es campeón de África. La nación anfitriona de la competencia ha completado un camino de ensueño, lleno de obstáculos y dificultades que continuaron hasta la final contra la Nigeria de Osimhen. Gran emoción para el romanista Evan Ndicka y para el florentino Christian Kouamé, los únicos jugadores de la Serie A presentes en la selección de Costa de Marfil, donde también hay otros rostros de nuestro campeonato. Bajo la mirada atenta de Didier Drogba, que celebró como un verdadero fan en la tribuna, Sebastien Haller marcó un gol de verdadero delantero en un córner. El delantero del Borussia Dortmund se deslizó bien en un centro desde la izquierda y con la punta del pie marcó el gol del 2-1 en el minuto 81.
El resto del partido
El partido parecía estar en manos de Costa de Marfil, que en la primera mitad demostró tener más piernas y corazón que la Nigeria de Osimhen. Sin embargo, en el minuto 38, llegó la decepción para los anfitriones que se quedaron atrás por el gol de cabeza del ex Udinese Troost-Ekong. El gol no derribó a los Elefantes, que se arremangaron y demostraron el verdadero significado de la palabra resiliencia encontrando el gol del empate con Kessié. El ex Milan, de hecho, marcó el gol del empate en el minuto 62, también en un córner, y permitió a su equipo ganar esa confianza que nunca faltó durante todo el torneo.
El camino
La victoria de Costa de Marfil, de hecho, es una verdadera fábula futbolística. En la fase de grupos, Kessié y compañía se clasifican entre los mejores terceros justo detrás de Nigeria. Este resultado lleva al despido del entrenador, que nunca es reemplazado por un verdadero director técnico por la federación. En los octavos de final llega la victoria contra Senegal en los penales, al igual que la siguiente contra Mali. En las semifinales, un gol de Haller permite a Costa de Marfil vencer a la República Democrática del Congo y así llegar a la final.
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