Continúa el proceso que involucra a Camilla Marianera, la practicante abogada que terminó en prisión en Roma junto a su compañero Jacopo De Vivo bajo la acusación de corrupción en actos judiciales. Los dos jóvenes están acusados de haber vendido, a cambio de sobornos, noticias cubiertas por el secreto de sumario. El compañero ha optado por el procedimiento abreviado: para él, en enero, la Fiscalía solicitó una condena de seis años de prisión y se espera la sentencia en los próximos días.
Las declaraciones
«Yo he exagerado. He inflado mis conocimientos para crearme una base de clientes y ganar más dinero. Si pudiera volver atrás, no lo haría». Esto es lo que declaró en la corte la practicante abogada Camilla Marianera, imputada en el proceso surgido de la investigación sobre un supuesto “topo” en el tribunal de Roma. «Cuando Luca Giampà (esposo de un miembro de la familia Casamonica), que especifico he visto solo dos veces en mi vida, me dijo que tenía el GPS y el celular bajo control, yo, después de fingir verificar, simplemente repetí a Giampà las mismas cosas dándole crédito a sus sospechas: le dije que estaba bajo interceptaciones ambientales y telefónicas», explicó Marianera frente a los jueces del octavo colegiado.
Luego también habló sobre su compañero: «Con De Vivo encontré a Giampà que nos dijo que había encontrado un GPS en su auto. De Vivo sabía que yo con Giampà exageraba, pero nuestra relación era bastante conflictiva y en un momento de ira le dije que si no conseguía 500 euros por mi servicio, él tenía que dármelos». A la pregunta de la fiscal Guccione, que le cuestiona haber cambiado de versión respecto a lo declarado en el primer interrogatorio sobre el hecho de que De Vivo supiera de sus “exageraciones”, Marianera respondió «No estaba lúcida, estaba agotada, llevaba menos de 24 horas en prisión y no había dormido».
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