No es precisamente un periodo afortunado para el cardenal Marc Ouellet. El ex poderoso prefecto de los obispos, después de ser acusado de acoso por una mujer en Canadá (aunque él siempre se ha proclamado inocente) ahora ha sido condenado por un tribunal civil francés a pagar daños a una religiosa que ha sido sustancialmente difamada y dañada por sus decisiones. Es la primera vez que un cardenal es llamado a responder solidariamente por un tribunal civil por una decisión interna de la Iglesia.
Todo comenzó cuando Ouellet, en su momento responsable del dicasterio, había encargado a dos inspectoras (en este caso dos religiosas) la tarea de arrojar luz sobre el caso de una monja conservadora y tradicionalista que entró en conflicto con su monasterio de dominicas.
El tribunal civil de Lorient ahora ha establecido que Ouellet junto con las inspectoras y el mismo monasterio son culpables de haber despedido sin justa causa a la religiosa de cincuenta y siete años Sabine Baudin de la Valette (cuyo nombre religioso era madre Marie Ferreol) de la comunidad tradicionalista de Pontcallec en Lorient en octubre de 2020, después de bien 34 años y sin proporcionar a la desafortunada razones de ningún tipo. En práctica, madre Marie Ferreol ha sido dejada por su comunidad y por la Iglesia en la calle, sin recursos y sin el derecho de encontrar un refugio para su vejez. La abogada de la religiosa, Adeline Le Gouvello, ha señalado que «no se le había dado siquiera la posibilidad de disponer de una defensa, y de un abogado». La monja se encontró así impotente y sin la posibilidad de defenderse además de sin trabajo, alojamiento, o subsidio de desempleo.
Los daños calculados por el tribunal e impuestos a los acusados (y a la orden religiosa) ascienden a bien 300 mil euros. Según los informes elaborados por las dos religiosas inspectoras (que afirman haber entrevistado a unas 100 personas durante el período de la 'visitación') surgieron tensiones entre las monjas y madre Ferreol fue acusada de manipulación y abuso espiritual.
El periódico "La Croix" ha contado que la presidenta del tribunal civil, Armelle Picard, ha criticado al Vaticano por no haber tenido nunca acceso a los documentos del dicasterio. El Vaticano a través de un abogado ha hecho saber que no hay ningún derecho de acceso a los archivos reservados. Sin embargo, el abogado de la monja despedida ha confirmado que madre Ferreol a lo largo de los años ha sido objetivo de «graves abusos y delitos» dentro de la comunidad.
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