El Tour PGA también pasó por Phoenix, donde durante el Wasted Management Open no fueron los atletas en el green los que robaron el espectáculo, sino los aficionados. Los seguidores estadounidenses, de hecho, llenaron las gradas del estadio, superando incluso el número de asientos. Lo que queda de la semana de competencias no es muy halagador para los organizadores, ni para los seguidores de las estrellas y rayas que se desahogaron como pudieron. Según el Mirror, de hecho, hubo hasta 54 arrestos en una semana, con 211 aficionados expulsados del terreno de juego y 73 expulsados por invadir el campo.
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Qué pasó
Caos total en el evento, como muestran los muchos videos presentes en las redes sociales, especialmente en X donde muchos han documentado la locura. Desde hombres medio desnudos que se lanzaban desde las colinas del campo de golf, hasta chicas que intentaban beber cerveza al vuelo vertida desde las gradas. El responsable de estos comportamientos muy por encima de lo normal fue identificado en el alcohol que fue prohibido después de unos días. Los organizadores decidieron prohibir la venta de alcohol, prohibiendo también la entrada a alimentos traídos de afuera. Sin embargo, esto no detuvo a los seguidores de invadir el campo, acostándose en los bunkers de arena, o molestando a los atletas en competencia que vivieron una verdadera prueba para sus nervios.
Billy Horschel y Zach Johnson se encontraron teniendo que discutir con algunos de ellos que no respetaron el silencio requerido. Después del cierre del evento, Chance Cozby, uno de los organizadores, declaró que se harán cambios para el próximo año.
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