De los 365 días del año, al menos dos veces a la semana un empleado o un directivo municipal ha violado las reglas a las que deben adherirse quienes trabajan en el sector público. Esta es la imagen entregada por el último informe anual elaborado por el responsable de la prevención de la corrupción y la transparencia. Un informe que se elabora cada año y que muestra un empeoramiento con respecto a 2022, cuando los procedimientos disciplinarios por violación de comportamiento fueron 125.
El promedio es de una violación del código de comportamiento cada dos días y medio, para un total de 148 incumplimientos en 2023. Se trata de personas que no han respetado los horarios de trabajo, por lo que han abandonado las oficinas demasiado temprano, o peor aún, han dado su tarjeta a un colega para que él la firme en su lugar, hasta episodios mucho más graves relacionados con la corrupción, para los cuales, el año pasado, se iniciaron 19 procedimientos disciplinarios contra los empleados, en comparación con los ocho de 2022.
Los episodios más graves
Si para errores menores, como haber manejado mal un caso, son los órganos internos del Capitolio los que se encargan y el asunto se resuelve con una advertencia o una multa, en casos de corrupción es la Fiscalía la que enciende el foco. También en 2023 surgieron un caso de peculado, es decir, de apropiación indebida de dinero, cuatro de corrupción por el ejercicio de la función, uno de corrupción por un acto contrario a los deberes de oficina, siete por abuso de oficina y seis por omisión en actos de oficina. En consecuencia, durante el año se adoptaron tres medidas de rotación extraordinaria del personal tras el inicio de procedimientos penales o disciplinarios por conductas corruptas.
Las denuncias internas
Pocas, en cambio, son las denuncias internas: solo 10 las denuncias anónimas sobre presuntos delitos en los altos cargos del Palacio Senatorial en 2023. A este respecto, Roma Capital cuenta con una aplicación específica, accesible desde el área reservada, que asigna a cada denuncia un código identificativo al que referirse en la gestión de todo el procedimiento. Esta plataforma estuvo operativa hasta el 30 de septiembre, luego, con la entrada en vigor de la nueva disciplina, fue necesario iniciar una colaboración interdisciplinaria con las oficinas competentes para adaptar la plataforma informática a los nuevos requisitos de seguridad informática y para garantizar la protección de la privacidad del denunciante, aún en proceso de definición. También por esto las denuncias internas son pocas. Todo lo demás es fruto del trabajo de la Fiscalía y de los inspectores internos del Capitolio.
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