Arte, Justicia y Espiritualidad: Un Vínculo Reforzado en el Pabellón del Vaticano

Arte, Justicia y Espiritualidad: Un Vínculo Reforzado en el Pabellón del Vaticano
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viernes 19 abril 2024, 17:34

Un gran ojo realizado por Claire Fontaine que escudriña colocado sobre un muro de ladrillos es la primera cosa que se vislumbra al entrar en el Pabellón del Vaticano y realizado en la prisión femenina de la Giudecca, en Venecia. En la inauguración, el ministro de Justicia Carlo Nordio no podía dejar de hablar del binomio que une de manera muy fuerte la justicia, el arte y la espiritualidad. Todos temas «difíciles de conjugar pero que a veces demuestran lo contrario; existe de hecho la incapacidad de nuestra razón de ver a los demás debido a los prejuicios; pero es el arte el que nos da esperanza y aquí, en este Pabellón, se combina con la justicia bajo el ojo de la fe». En resumen, «el arte da esperanza y es importante tenerla en un lugar de sufrimiento y dolor».

En la Bienal de Venecia, el del Vaticano es el Pabellón más esperado. El ministro aprovechó para reflexionar y entrar en detalle sobre problemas endémicos relacionados con el mundo carcelario. «Estamos trabajando con el decreto que lleva mi nombre para reducir la prisión preventiva y con una atención a los reclusos». «Con el Cnel hemos celebrado la iniciativa para llevar el trabajo a la cárcel y para quienes salen, un empleo y remuneración dignos para evitar recaídas y no por casualidad el proyecto se llama 'Recidiva cero'». Sobre el hacinamiento: «Es difícil construir nuevas cárceles pero estamos trabajando para mejorar las que tenemos con una recuperación que pasa por el trabajo al deporte pero también con los 5 millones recientemente asignados para la asistencia psicológica ante las numerosas muertes por suicidio».

SUICIDIOS

Justo en estos días, alrededor de 150, entre abogados, magistrados, representantes de las instituciones, con un sit-in en la escalinata del Palacio de Justicia de Milán han pedido «intervenciones urgentes» para detener la tragedia de los suicidios en la cárcel con su «escalofriante lista» que se ha alargado aún más con la muerte ayer de un detenido en Como. Se ha lanzado un llamado a todos los parlamentarios y al ministro de Justicia para que provean, con «normas específicas» y con «intervenciones urgentes, también para tapar la emergencia» a detener «un goteo insoportable». Un goteo, dictado por el hacinamiento, la falta de actividades culturales, laborales y recreativas, la anulación de las relaciones con los familiares, la escasez de personal especializado que «dé escucha a los detenidos y logre captar las razones de intolerable sufrimiento». A esto se suma una circular sobre los departamentos de seguridad media, según la cual «la mayoría de los detenidos vive por 20 o 22 horas al día en celda, de la que solo se sale para la hora de aire».

En la manifestación, además de pancartas y un folleto con «el trágico contador» de suicidios en las instituciones penitenciarias italianas que, desde el inicio del año, marca el número 32 (a esto se suman los 4 agentes de la policía penitenciaria), también se pronunciaron los nombres de aquellos que se han quitado la vida

“Esto se llama tortura, es una maldad». Don Gino Rigoldi, por más de 50 años capellán de la cárcel de menores Beccaria, ha definido la «terrible circular» sobre los cierres de los departamentos de seguridad media que entró en vigor hace unos meses según la cual, «si no hay actividad, se está en celda por 22 horas, con el riesgo de que la gente se vuelva loca cuando está tan comprimida».

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