Agresión brutal a una enfermera en el servicio de urgencias: 'Soy un monstruo, tengo los labios hinchados. Ahora tengo miedo'

Agresión brutal a una enfermera en el servicio de urgencias: 'Soy un monstruo, tengo los labios hinchados. Ahora tengo miedo'
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viernes 5 enero 2024, 12:15 - Última actualización: 12:20

Ojos oscuros y cabello negro, un diente astillado, la nariz rota, el labio hinchado. Anna Procida, enfermera de 30 años, tiene marcas evidentes en su rostro de la agresión que sufrió mientras estaba de servicio en la sala de emergencias del San Leonardo el miércoles por la noche. Para ella un pronóstico de veinticinco días y el shock de haber sido golpeada mientras realizaba sus funciones.

Enfermera agredida en la sala de emergencias de Castellammare por familiares de un paciente: nariz fracturada y dientes rotos 'Soy un monstruo, tengo los labios hinchados, tengo la cara toda roja y estoy enfadada', dijo la mujer a Mattino. ¿Qué pasó? 'Situaciones habituales de todos los días, cuatro personas estaban en un área de código rojo cerca de un paciente. No podían estar allí y abarrotar la sala, así que pedí que se fueran y comenzaron a insultar y golpear'. ¿Con quién estaba? 'Con mi hermana menor Mariarosaria, también enfermera en la sala de emergencias. Acabábamos de comenzar el turno de noche, eran las 8.30, estábamos tratando de poner orden en el departamento pidiendo a los familiares en las habitaciones que se movieran a la sala de espera. Un grupo que estaba cerca de un paciente comenzó a insultar'.

¿Qué les decían? 'Que habían estado allí desde la mañana, que tenían que estar cerca de su pariente y que no se moverían. Insistimos y pasaron de las palabras a los golpes. Mi hermana fue atacada por una mujer que le agarró el pelo y la arrastró al suelo, yo fui sacada por un hombre que me puso la mano en el hombro diciéndome 'ven conmigo' cuando llegamos a la puerta me di la vuelta y me golpeó'. ¿Pudo escapar? 'No tuve tiempo, me golpeó mientras estaba en el suelo con la nariz rota. El médico de guardia me atendió y me vendó mientras llegaban las fuerzas del orden'. ¿Cómo se siente ahora? 'Estoy demasiado enfadada, lo que nos pasó es el día a día en la sala de emergencias. Unas noches antes a un colega le rompieron las gafas. La violencia por parte de los familiares se ha convertido en algo habitual. Hemos estado denunciando durante meses que trabajamos en condiciones inhumanas con gente enfurecida que no podemos manejar. Tenemos que pedir permiso para pasar y aunque tratemos una emergencia, se quedan allí cerca de los familiares, nos vemos obligados a pasar por encima de las personas que abarrotan la sala de emergencias'. ¿Ya ha denunciado lo sucedido? 'Por ahora la Asl ha procedido de oficio, estoy terminando los informes y luego iré a la comisaría para formalizar la denuncia'.

La preocupación

¿Volverá a trabajar en San Leonardo? 'Hoy no puedo responder, estoy demasiado amargada. Ahora diría que no, no volvería a la sala de emergencias. Y luego me siento ofendida sobre todo como mujer, creo que lo mío es también un caso de violencia contra las mujeres, ese hombre no se preocupó de que yo fuera una chica, me golpeó con todas sus fuerzas y repito, nadie nos protege. Me enfada mucho haber recibido una violencia tan fuerte hoy que se habla tanto de proteger a las mujeres, es doblemente culpable la persona que me golpeó'. ¿Cree que se le pasará el enfado? 'No lo creo, hoy estoy decepcionada. No puedo pensar en otra cosa y en cómo han ido las cosas, nadie nos escucha, estamos abandonados a nuestra suerte'. ¿Por qué decidió convertirse en enfermera? 'Era el sueño de mi vida, pero no así. Nunca imaginé trabajar en estas condiciones. Recién graduada comencé en una clínica privada, luego estuve en Cardarelli y cuando llegué al hospital de mi ciudad estaba feliz. He estado en San Leonardo durante tres años y hace un año tengo un contrato indefinido'.

La solidaridad

'Quiero expresar en nombre de la Consulta Regional para la Condición de la Mujer plena y fuerte solidaridad y cercanía a Anna Procida, la enfermera de la sala de emergencias de Castellammare agredida y golpeada mientras realizaba su trabajo. Lo que ha sucedido es muy grave. Es el enésimo acto de violencia contra quienes cuidan de nosotros y que no puede pasar en silencio'. Así Ilaria Perrelli, presidenta de la Consulta Regional para la Condición de la Mujer. 'Requiere, sin duda, como muchos están pidiendo en estas horas, una presencia policial permanente y eficaz dentro del hospital y la sala de emergencias, y no solo en San Leonardo. Pero no es suficiente, se necesita una asunción de responsabilidad y una acción legislativa aún más incisiva - subraya - La ley 113/2020 sobre Disposiciones en materia de seguridad para los profesionales de la salud y socio-sanitarios en el ejercicio de sus funciones representó un cambio de rumbo importante porque por primera vez trató de abordar este problema, pero no prevé compromisos específicos por parte de las Empresas de Salud y las excluye de cualquier acción positiva y responsabilidad en la protección del empleado. En particular, se necesita el reconocimiento de oficial público para todos los trabajadores de la salud'. 'Hago un llamado a los parlamentarios elegidos en Campania - continúa - para que trabajen para mejorar y enmendar la ley 113 y formalizar en un acto legislativo el reconocimiento de oficial público para los trabajadores de la salud, como ya existe para otras profesiones, incluso cuando el pronóstico del agredido es inferior a 25 días'. 'Introducir esta norma - concluye Perrelli - tendría un impacto tanto en los ciudadanos, a quienes les llegaría el mensaje claro e inequívoco del respeto que deben tener por los trabajadores de la salud y del reconocimiento del valor social del papel que desempeñan, como para los trabajadores que verían plenamente reconocida por el Estado su función constitucional, es decir, la protección de la salud expresada por el Art. 32 de la Constitución'.

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