Varios indigentes se han establecido en Colle Oppio, construyendo un verdadero refugio con mantas. Junto al refugio hay varios objetos y basura, mientras los residentes denuncian robos y delincuencia. La señora Luisa vive en la zona y está desconcertada. «Vivo a pocos pasos del parque, últimamente cada vez que voy allí con mi perrito siento un gran pesar. La situación está fuera de control, hace unos días Ama también se encargó de desalojar la zona donde se habían asentado algunos indigentes, pero no sirvió de nada. Esa misma noche ya habían vuelto sin importarles nada. Los sujetos responsables además, no son inocuos, nunca parecen estar sobrios y podrían ser peligrosos, al menos nadie puede garantizarnos lo contrario. Los residentes estamos realmente cansados de tener que presenciar escenas vergonzosas. Hay robos constantes, y la gente tiene miedo de ser atacada por unos pocos centavos, sin mencionar la suciedad y los excrementos. Los indigentes hacen sus necesidades en el jardín y se lavan en las fuentes, es realmente de mal gusto. Todo esto ocurre incluso durante el día, podría haber niños, pero ahora parece ser la norma. Somos nosotros los que tenemos que adaptarnos a este desastre, y no me parece correcto en absoluto». Todo esto se habría informado también a la Sala Operativa Social. «Quien vive aquí ve de todo, queremos un cambio concreto, incluso las puertas no resuelven la situación. Debería ser el Ayuntamiento quien se encargue de esto, alguien tiene que resolver el problema y reubicar a estas personas en otro lugar de una vez por todas, no deberían seguir en la calle». La zona debería ser rehabilitada, es el corazón de Roma, a un paso del Coliseo y de la Domus Aurea Neroniana, uno de los barrios más bonitos de la capital.