El metro B en Roma sigue teniendo sus problemas, en particular el tema del tiempo es el más grave. La pantalla indica 13 minutos de espera pero pueden pasar hasta 30. Esto sucede dentro de las estaciones del metro B pero no en todas ya que en la terminal Jonio no hay pantalla. Los usuarios, cansados de esta situación, han decidido lanzar una petición en las redes sociales para pedir la mejora de los servicios.

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El testimonio

Maria Germini, es una profesora temporal de las guarderías de Roma y a menudo se le informa el día anterior o la misma mañana donde tiene que ir a trabajar. Además de los problemas laborales, también tiene que preocuparse de que el tren llegue a tiempo pero desafortunadamente hay esperas interminables, como ella cuenta: «A veces tardo una hora y media en llegar de Jonio a Piazza Bologna. Son solo cuatro paradas. No deberían ser más de treinta minutos. Pero cada día es una lotería». Hay que añadir que el problema no es solo la larga espera sino también la falta de señal de móvil desde la estación Jonio hasta llegar a Piazza Bologna y Maria añade: «Y si el tren no pasa, ni siquiera podemos avisar porque en las estaciones no hay señal hasta Piazza Bologna».

La revuelta de los usuarios

La petición nace no solo para poder tener mejoras en la línea B del metro sino también para poder encontrar alternativas, como dice Maria: «Mientras tanto, se pueden encontrar soluciones alternativas, como un servicio de transporte porque nosotros, como usuarios, pagamos un servicio y reclamamos el derecho a utilizarlo». El objetivo final de esta petición es obtener ayuda de las autoridades competentes para que puedan tomar medidas inmediatas para resolver estos problemas.

¿Cuáles son los problemas?

Los problemas que se abordan en la petición los describe Maria: «En los últimos dos años, los problemas y las molestias ya presentes en el pasado y relacionados con la línea B y B1 del metro de Roma, se han agravado aún más... Esperas de unos 30 minutos para la metro B1 y de unos 13 minutos para la metro B. Trenes y andenes llenos de viajeros debido a las esperas con un problema de seguridad resultante. Incluso es problemático bajar del tren ya que el espacio para bajar está completamente ocupado por los viajeros que suben. Información sobre los horarios de llegada de los trenes totalmente poco fiables. Las estaciones están deterioradas, sucias, inhóspitas, al igual que a menudo los vagones de los trenes. Algunos ascensores han estado cerrados durante años. En algunas estaciones de metro, como Jonio, Conca d'Oro y Libia, casi todos los operadores de telefonía móvil son inaccesibles, con la consiguiente imposibilidad por parte de los viajeros, de avisar de los retrasos debidos a los continuos fallos de los metros».