Han sido meses y meses que don Georg Gaenswein esperaba una señal misericordiosa por parte del Papa. Al final, el perdón parece haber llegado a pesar de que el ex secretario personal de Ratzinger haya publicado un libro de memorias (que también contenía críticas hacia Bergoglio) justo el día del funeral de Benedicto XVI. Una coincidencia desafortunada que Francisco no apreció y que fue para él una fuente de amargura. Desde entonces, las cosas se precipitaron: don Georg fue desalojado del Vaticano, privado de su apartamento y enviado a Alemania, a su diócesis de origen, pero sin un encargo específico. Después de un año, el Papa Francisco ha madurado la decisión de confiar a don Georg un papel en la diplomacia vaticana. La indiscreción ha llegado de los medios argentinos, del periódico La Nacion aunque en este momento en el Vaticano nadie confirma ni desmiente.

Poco después de la muerte de Ratzinger, el 31 de diciembre de 2022, se habían planteado diversas hipótesis sobre el futuro de don Georg. Inicialmente se habló de un encargo dentro de un santuario mariano, al frente de una diócesis en Alemania y al frente de una nunciatura en América Latina. Todas estas posibilidades por una razón u otra se han desvanecido: don Georg se había trasladado entretanto a Friburgo como canónigo, con un salario pero sin un rol específico.

Algunos meses atrás, el arzobispo Gaenwein había sido invitado a Bergamo para dar una conferencia y presentar su libro de memorias y en esa ocasión, con los presentes, se había dejado escapar algunas impresiones amargas que daban a entender el dolor por no haber recibido aún nada. Ahora parece que Francisco ha cambiado de opinión aunque no está claro dónde podrá ser destinado don Georg.

En el libro El Sucesor escrito por el Papa Francisco con el periodista español Javier Martin Brocal, Bergoglio había manifestado abiertamente su disgusto por el comportamiento de don Georg. «El día que publicó su libro era el día en que se enterraba a Benedertto XVI y eso me dolió. Contó cosas no verdaderas y es muy triste. Naturalmente no me influye y no me condiciona pero me dolió mucho que se utilizara a Benedicto. Una falta de humanidad y nobleza».