El Desenmascaramiento de una Falsa Vidente en Trevignano Romano

Madonna di Trevignano non è mai apparsa e non ha fatto miracoli, il decreto del Vescovo: «I preti non possono più dire messa»
La señora Gisella Cardia, cuyo nombre de nacimiento es Maria Giuseppa Scarfulla, presunta vidente, es «inconfiable». La Virgen que ella afirmaba que le aparecía...

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La señora Gisella Cardia, cuyo nombre de nacimiento es Maria Giuseppa Scarfulla, presunta vidente, es «inconfiable». La Virgen que ella afirmaba que le aparecía periódicamente desde 2016 en adelante y le hacía transcribir ríos de mensajes «extraños» y no «correspondientes a la fe católica» es una colosal ficción: nunca se ha manifestado, para tranquilidad de los miles de seguidores que periódicamente se reunían en un terreno frente al lago de Trevignano. Se concluye después de meses de investigaciones profundas, testimonios y análisis de los textos marianos una historia mediática y caótica de resonancia internacional. «He firmado el decreto, fruto de una investigación muy seria y larga. Naturalmente, es un acto vinculante desde el punto de vista canónico para los fieles interesados y para los sacerdotes que de ahora en adelante, estos últimos, serán sancionados si continúan celebrando en ese sitio» explica el obispo Marco Salvi al Messaggero, esperando que con este paso vuelva un poco de paz a su diócesis. En cuanto a la señora Cardia, la Iglesia espera que haga un «camino de purificación».

EL TEXTO

El decreto que ha sido firmado por el obispo es bastante largo y detallado y explica cómo los miembros de la comisión especialmente establecida llegaron a determinar que las apariciones, las lágrimas y otras manifestaciones contadas por Cardia son sustancialmente el resultado de un engaño. Mintió. Para empezar, han surgido «lagunas en el testimonio de Cardia que, aunque bajo juramento ante Dios, no ha relatado elementos que ella misma había dado a conocer en entrevistas televisivas». Para ser claros: la Virgen nunca multiplicó ñoquis y focaccias.

Además, las «contradicciones» detectadas han sido continuas. A esto se suma «la abierta contradicción entre el testimonio de Cardia y el del obispo emérito Romano Rossi respecto a una supuesta lágrima de una estatuilla de la Virgen en manos de este último, lo cual él niega de manera categórica e inamovible». También han sido contradictorios los testimonios entre Cardia y su esposo. «Discrepancias en muchos casos también con testigos externos (…) el hecho de que se trate de narraciones prácticamente idénticas deja dudas sobre su autenticidad» se lee.

Finalmente, se consideraron importantes los diferentes mensajes problemáticos que la Virgen supuestamente difundió entre la gente del lugar. Por ejemplo, de «ir a la cruz azul, la colina bendecida de Trevignano Romano y allí nunca seréis tocados, porque yo personalmente he santificado ese lugar (…) los ángeles en el lugar que yo he bendecido os protegerán y os mantendrán a salvo, os harán invisibles y yo no os dejaré faltar nada». En el decreto episcopal enviado al Vaticano se hace notar cuán poco creíble es todo esto.

El hecho de que la salvación escatológica incluso de una porción de la humanidad requiera ir a un lugar específico y ser hechos invisibles por los ángeles, para no ser atacados por los demonios, representa no solo algo extraño sino también una visión que va en contra de la doctrina soteriológica de la Iglesia católica para la cual la salvación se da en la fe en Jesús vivida en la Iglesia y hecha operativa en la caridad. Y aún más. «Tales contenidos se remontan a ese profetismo popular que acompaña la historia de la Iglesia occidental desde la Edad Media y que nada tiene que ver con la mística popular de la que habla el Papa Francisco. Esto tiene una relevancia teológica porque los hace no indicativos del carácter sobrenatural de las supuestas apariciones en examen». 

 

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Il Messaggero