Conmoción en el mundo del fútbol por la muerte del joven Mattia Giani

Mancini vicino a Mattia Giani: il messaggio del difensore della Roma sui social
El mundo del fútbol está conmocionado por la muerte del joven Mattia Giani, el joven de 26 años que sufrió un paro cardíaco después de sentirse mal en el campo del estadio...

OFFERTA SPECIALE

2 ANNI
159,98€
40€
Per 2 anni
SCEGLI ORA
OFFERTA MIGLIORE
ANNUALE
79,99€
19€
Per 1 anno
SCEGLI ORA
 
MENSILE
6,99€
1€ AL MESE
Per 6 mesi
SCEGLI ORA

OFFERTA SPECIALE

OFFERTA SPECIALE
MENSILE
6,99€
1€ AL MESE
Per 6 mesi
SCEGLI ORA
ANNUALE
79,99€
11,99€
Per 1 anno
SCEGLI ORA
2 ANNI
159,98€
29€
Per 2 anni
SCEGLI ORA
OFFERTA SPECIALE

Tutto il sito - Mese

6,99€ 1 € al mese x 12 mesi

Poi solo 4,99€ invece di 6,99€/mese

oppure
1€ al mese per 6 mesi

Tutto il sito - Anno

79,99€ 9,99 € per 1 anno

Poi solo 49,99€ invece di 79,99€/anno
El mundo del fútbol está conmocionado por la muerte del joven Mattia Giani, el joven de 26 años que sufrió un paro cardíaco después de sentirse mal en el campo del estadio municipal de Campi Bisenzio (Florencia) durante un partido del campeonato de Excelencia entre Lanciotto Campi y Castelfiorentino. Una pérdida que también ha afectado de cerca a Gianluca Mancini.

El mensaje de Gianluca Mancini

El defensor de la Roma ha sentido la pérdida de cerca, ya que su hermana es la novia del hermano de Mattia Giani. El central, ex Atalanta, ha querido mostrar todo su apoyo a la familia del chico a través de una foto que lo muestra junto a su hermana y a Mattia, y un mensaje en su perfil de Instagram.

«Hoy todos mis pensamientos están contigo, querido Mattia.. contigo, el dulce hermanito de nuestro amado tío Elia. Querido tío Eli, estamos destrozados y no hay palabras, pero nos uniremos y en la dificultad te ayudaremos a levantarte, nosotros y tus sobrinas. Descansa en paz Mattia, que la tierra te sea ligera».

Mattia Giani, muerto el futbolista de 26 años: había sufrido un malestar en el campo. En las gradas, la familia bajo shock. El pésame del Empoli: qué dolor

Lea el artículo completo en
Il Messaggero