Ciberespionaje en Italia: Giulio Occhionero permanece en prisión

Ciberespionaje en Italia: Giulio Occhionero permanece en prisión
Permanece en prisión Giulio Occhionero, el ingeniero romano acusado, junto a su hermana Francesca Maria, de haber organizado una presunta operación de ciberespionaje en daño de...

OFFERTA SPECIALE

2 ANNI
159,98€
40€
Per 2 anni
SCEGLI ORA
OFFERTA MIGLIORE
ANNUALE
79,99€
19€
Per 1 anno
SCEGLI ORA
 
MENSILE
6,99€
1€ AL MESE
Per 6 mesi
SCEGLI ORA

OFFERTA SPECIALE

OFFERTA SPECIALE
MENSILE
6,99€
1€ AL MESE
Per 6 mesi
SCEGLI ORA
ANNUALE
79,99€
11,99€
Per 1 anno
SCEGLI ORA
2 ANNI
159,98€
29€
Per 2 anni
SCEGLI ORA
OFFERTA SPECIALE

Tutto il sito - Mese

6,99€ 1 € al mese x 12 mesi

Poi solo 4,99€ invece di 6,99€/mese

oppure
1€ al mese per 6 mesi

Tutto il sito - Anno

79,99€ 9,99 € per 1 anno

Poi solo 49,99€ invece di 79,99€/anno
Permanece en prisión Giulio Occhionero, el ingeniero romano acusado, junto a su hermana Francesca Maria, de haber organizado una presunta operación de ciberespionaje en daño de políticos y personajes influyentes. Lo ha establecido el Tribunal de Revisión, a casi un año de distancia desde el arresto, ocurrido el 9 de enero. Ha sido rechazada, en sede de Apelación, la instancia presentada por el defensor del investigado, el abogado Stefano Parretta. Mientras los hermanos Occhionero están en juicio por haber intentado violar direcciones de correo electrónico reductibles a sitios institucionales y personajes políticos, el fiscal Eugenio Albamonte ha abierto una nueva investigación en su contra, en la que se hipotetiza también el espionaje político. En el segundo hilo, los dos son acusados de haber interceptado, desde 2004, más de tres millones y medio de correos electrónicos y de haber espiado a seis mil personas. «La decisión del Revisión nos amarga - afirma el abogado Parretta - porque, a casi un año desde el arresto y con un proceso ya encaminado hacia la conclusión, la decisión de dejar a Occhionero en prisión aparece totalmente incomprensible. Una forma de ensañamiento quizás ligada al hecho de que mi defendido nunca ha querido colaborar con los investigadores que ha, más bien, denunciado a la Fiscalía de Perugia».
Lea el artículo completo en
Il Messaggero